Las epístolas pseudoepigráficas
Existe, además de las cartas de Pablo, un conjunto de escritos epistolares que se presentan como suyos pero que la crítica moderna, conocedora del fenómeno de la pseudoepigrafía típico de las obras antiguas orientales y griegas, atribuye a diferentes autores asociados con Pablo. Se trata de las siguientes obras:
● la Segunda epístola a los tesalonicenses
● la Epístola a los colosenses
● la Epístola a los efesios
● la Primera epístola a Timoteo
● la Segunda epístola a Timoteo
● la Epístola a Tito.
El hecho de que se sugiera que estos escritos canónicos son pseudoepigráficos o deuteropaulinos, lejos de quitarle notoriedad al Apóstol la incrementaron, porque significa que una «escuela», quizá ya establecida en torno al mismo Pablo y depositaria de su legado, recurrió a la autoridad del Apóstol para validar sus escritos.
Existe, además de las cartas de Pablo, un conjunto de escritos epistolares que se presentan como suyos pero que la crítica moderna, conocedora del fenómeno de la pseudoepigrafía típico de las obras antiguas orientales y griegas, atribuye a diferentes autores asociados con Pablo. Se trata de las siguientes obras:
● la Segunda epístola a los tesalonicenses
● la Epístola a los colosenses
● la Epístola a los efesios
● la Primera epístola a Timoteo
● la Segunda epístola a Timoteo
● la Epístola a Tito.
El hecho de que se sugiera que estos escritos canónicos son pseudoepigráficos o deuteropaulinos, lejos de quitarle notoriedad al Apóstol la incrementaron, porque significa que una «escuela», quizá ya establecida en torno al mismo Pablo y depositaria de su legado, recurrió a la autoridad del Apóstol para validar sus escritos.