El Riau-Riau
El Riau-Riau es un acto tradicional, con espíritu crítico y de protesta contra la autoridad, que nunca ha tenido consideración oficial y no se incluye en el programa de fiestas. Aunque su formato ha variado con los años se celebra la tarde del 6 de julio, aproximadamente hacia las 16:30h., cuando la corporación municipal en "Cuerpo de Ciudad" salía del Ayuntamiento para participar en la función de Vísperas en la Iglesia de San Lorenzo. Ciudadanos, turistas, La Pamplonesa, la comparsa de Gigantes y Cabezudos o rondallas ocupan la plaza del Ayuntamiento, y posteriormente la calle Mayor, cantando y bailando el «Riau Riau» un vals compuesto a mediados del siglo XIX por Miguel Astráin con el nombre de «La Alegría por San Fermín». De esta forma se impedía el paso de la Corporación Municipal haciendo que un recorrido de apenas 500 metros tardara en completarse varias horas.
“A las 4, el 6 de julio
Pamplona gozando va
pasando calles y plazas
las Vísperas a cantar
al glorioso San Fermín
patrón de esta capital
que los pamplonicas aman
con cariño sin igual.
Delante van
chiquillos mil
con miedo atroz dicen: ¡Aquí!
un cabezón viene detrás
dando vergazos y haciendo chillar.
(¡Riau-Riau!)
Después vienen los muchachos
en un montón fraternal
empujando a los gigantes
con alegría sin par
porque llegaron las fiestas
de esta gloriosa ciudad
que son en el mundo entero
una cosa singular.
(¡Riau-Riau!)
Los mozos de blusa
que son los que dan animación
con los pollos-pera
van todos unidos en montón.
Los de la Pamplonesa
detrás vienen tocando
van a honrar a San Fermín.
Toda la ciudad
con movimiento contemplando está
la gran caravana
que alegre hasta San Lorenzo va.
Los del Ayuntamiento
con mazas y timbales
van a honrar a su patrón.”
Miguel Astráin - «La Alegría por San Fermín»
El Riau-Riau se celebró por primera vez en 1914. El inicio de esta tradición se atribuye al carlista Ignacio Baleztena que, coreando el «Vals de Astráin», quiso interponerse en el avance de un Ayuntamiento políticamente contrario. El festejo cuajó rápidamente hecho que fue corroborado porque en la década de los años veinte hubo dos intentos de prohibición, que no llegaron a cumplirse, por parte de la Alcaldía.
En la historia de este acto ha habido varias suspensiones que han perdurado hasta 2018. Antes de la década de los años 1990 solo se registró un parón entre 1932 y 1936, durante la Segunda República Española, debido a que la Corporación no participó en los actos religiosos. En 1972 fue suspendido por primera vez cuando se cumplieron 45 minutos en los que la Corporación apenas pudo avanzar unos metros desde el Ayuntamiento.
A partir de esta fecha se sucedieron una serie de Riau-Riaus en los que la tónica general fue el poco avance de la Corporación y la cada vez más multitudinaria asistencia al acto. Así en numerosas ocasiones el acto tuvo que ser suspendido sin que la comitiva pudiera llegar hasta la Iglesia de San Lorenzo. El último Riau-Riau que consiguió este objetivo fue el de 1985, con una duración de tres horas y media, durante las cuales se interpretó, cantó y bailó el «Vals de Astráin» unas 180 veces.
En 1991, debido a altercados políticos cuando un grupo de personas intentó asaltar el Ayuntamiento y agredir a los ediles, el Riau-Riau tuvo que ser suspendido. No se volvió a celebrar hasta 1996, siendo alcalde Javier Chourraut, en el que por los mismos motivos tampoco pudo realizarse.
"Fue imposible. Lo intentaron. Hasta tres veces. Pero a las 17,55 horas entraba a la iglesia de San Lorenzo Javier Chourraut, alcalde de Pamplona, cariacontecido, triste, serio, seguido inmediatamente detrás por el concejal de Izquierda Unida José Javier Echeverría, que lloraba «como un niño», según propia confesión, y tuvo que ser animado por el sacerdote Jesús Labari. Era la imagen del Riau-Riau de 1996, que un año más tuvo que ser suspendido."
Diario de Navarra (1996) [1]
Desde 1997 el Riau-Riau ha estado ausente oficialmente de las fiestas de San Fermín aunque cada año es uno de los temas candentes a la hora de planificar el programa festivo. Desde ese año la Peña Mutilzarra o la asociación de jubilados Yoar organiza un Riau-Riau alternativo, sin la participación de representantes políticos, pero con la gente de Pamplona que quiere conservar la tradición de acudir a Vísperas recorriendo el trayecto entre el ayuntamiento y la iglesia de San Lorenzo al son del Vals de Astrain. En 2006 se volvió a incorporar La Pamplonesa y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. En 2018 esta modalidad de carácter "popular y no oficial" celebró su 21ª edición.
"Es una tradición que los mozos y mozas pamploneses tenemos que recuperar de forma extraoficial. Hace unos años se intentó recuperar y no fue posible, ahora podemos ver que sale bien y funciona así que espero que siga así."
Carlos Guzmán, Peña Mutilzarra (2018) [2]
Intentos oficiales posteriores, como su intento de recuperación en 2012 siendo alcalde Enrique Maya, no llegaron a buen puerto: debió ser suspendido nuevamente ante la imposibilidad física de salir del Ayuntamiento.
" (los incidentes) Son absolutamente lamentables aunque el riau-riau es un acto fácilmente boicoteable dada la cantidad de gente. Que una minoría interprete como una victoria que la marcha no salga vulnera el derecho de todos los pamploneses. El riau-riau no puede ser una batalla".
Iñaki Cabasés, Concejal de Nafarroa Bai (2012) [3]
El Riau-Riau es un acto tradicional, con espíritu crítico y de protesta contra la autoridad, que nunca ha tenido consideración oficial y no se incluye en el programa de fiestas. Aunque su formato ha variado con los años se celebra la tarde del 6 de julio, aproximadamente hacia las 16:30h., cuando la corporación municipal en "Cuerpo de Ciudad" salía del Ayuntamiento para participar en la función de Vísperas en la Iglesia de San Lorenzo. Ciudadanos, turistas, La Pamplonesa, la comparsa de Gigantes y Cabezudos o rondallas ocupan la plaza del Ayuntamiento, y posteriormente la calle Mayor, cantando y bailando el «Riau Riau» un vals compuesto a mediados del siglo XIX por Miguel Astráin con el nombre de «La Alegría por San Fermín». De esta forma se impedía el paso de la Corporación Municipal haciendo que un recorrido de apenas 500 metros tardara en completarse varias horas.
“A las 4, el 6 de julio
Pamplona gozando va
pasando calles y plazas
las Vísperas a cantar
al glorioso San Fermín
patrón de esta capital
que los pamplonicas aman
con cariño sin igual.
Delante van
chiquillos mil
con miedo atroz dicen: ¡Aquí!
un cabezón viene detrás
dando vergazos y haciendo chillar.
(¡Riau-Riau!)
Después vienen los muchachos
en un montón fraternal
empujando a los gigantes
con alegría sin par
porque llegaron las fiestas
de esta gloriosa ciudad
que son en el mundo entero
una cosa singular.
(¡Riau-Riau!)
Los mozos de blusa
que son los que dan animación
con los pollos-pera
van todos unidos en montón.
Los de la Pamplonesa
detrás vienen tocando
van a honrar a San Fermín.
Toda la ciudad
con movimiento contemplando está
la gran caravana
que alegre hasta San Lorenzo va.
Los del Ayuntamiento
con mazas y timbales
van a honrar a su patrón.”
Miguel Astráin - «La Alegría por San Fermín»
El Riau-Riau se celebró por primera vez en 1914. El inicio de esta tradición se atribuye al carlista Ignacio Baleztena que, coreando el «Vals de Astráin», quiso interponerse en el avance de un Ayuntamiento políticamente contrario. El festejo cuajó rápidamente hecho que fue corroborado porque en la década de los años veinte hubo dos intentos de prohibición, que no llegaron a cumplirse, por parte de la Alcaldía.
En la historia de este acto ha habido varias suspensiones que han perdurado hasta 2018. Antes de la década de los años 1990 solo se registró un parón entre 1932 y 1936, durante la Segunda República Española, debido a que la Corporación no participó en los actos religiosos. En 1972 fue suspendido por primera vez cuando se cumplieron 45 minutos en los que la Corporación apenas pudo avanzar unos metros desde el Ayuntamiento.
A partir de esta fecha se sucedieron una serie de Riau-Riaus en los que la tónica general fue el poco avance de la Corporación y la cada vez más multitudinaria asistencia al acto. Así en numerosas ocasiones el acto tuvo que ser suspendido sin que la comitiva pudiera llegar hasta la Iglesia de San Lorenzo. El último Riau-Riau que consiguió este objetivo fue el de 1985, con una duración de tres horas y media, durante las cuales se interpretó, cantó y bailó el «Vals de Astráin» unas 180 veces.
En 1991, debido a altercados políticos cuando un grupo de personas intentó asaltar el Ayuntamiento y agredir a los ediles, el Riau-Riau tuvo que ser suspendido. No se volvió a celebrar hasta 1996, siendo alcalde Javier Chourraut, en el que por los mismos motivos tampoco pudo realizarse.
"Fue imposible. Lo intentaron. Hasta tres veces. Pero a las 17,55 horas entraba a la iglesia de San Lorenzo Javier Chourraut, alcalde de Pamplona, cariacontecido, triste, serio, seguido inmediatamente detrás por el concejal de Izquierda Unida José Javier Echeverría, que lloraba «como un niño», según propia confesión, y tuvo que ser animado por el sacerdote Jesús Labari. Era la imagen del Riau-Riau de 1996, que un año más tuvo que ser suspendido."
Diario de Navarra (1996) [1]
Desde 1997 el Riau-Riau ha estado ausente oficialmente de las fiestas de San Fermín aunque cada año es uno de los temas candentes a la hora de planificar el programa festivo. Desde ese año la Peña Mutilzarra o la asociación de jubilados Yoar organiza un Riau-Riau alternativo, sin la participación de representantes políticos, pero con la gente de Pamplona que quiere conservar la tradición de acudir a Vísperas recorriendo el trayecto entre el ayuntamiento y la iglesia de San Lorenzo al son del Vals de Astrain. En 2006 se volvió a incorporar La Pamplonesa y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. En 2018 esta modalidad de carácter "popular y no oficial" celebró su 21ª edición.
"Es una tradición que los mozos y mozas pamploneses tenemos que recuperar de forma extraoficial. Hace unos años se intentó recuperar y no fue posible, ahora podemos ver que sale bien y funciona así que espero que siga así."
Carlos Guzmán, Peña Mutilzarra (2018) [2]
Intentos oficiales posteriores, como su intento de recuperación en 2012 siendo alcalde Enrique Maya, no llegaron a buen puerto: debió ser suspendido nuevamente ante la imposibilidad física de salir del Ayuntamiento.
" (los incidentes) Son absolutamente lamentables aunque el riau-riau es un acto fácilmente boicoteable dada la cantidad de gente. Que una minoría interprete como una victoria que la marcha no salga vulnera el derecho de todos los pamploneses. El riau-riau no puede ser una batalla".
Iñaki Cabasés, Concejal de Nafarroa Bai (2012) [3]