ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Vista...

Vista

La visión del perro parece adaptada para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles, pero tienen excelente percepción de movimientos. Tiene excelente visión nocturna o crepuscular, debido al uso del tapetum lucidum —una pantalla reflectiva dentro del ojo—. ​El campo visual del perro se encuentra entre los 240 y los 250 grados, mucho mayor que el del ser humano que es de aproximadamente 180 grados.

Tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopia que en los humanos se considera una forma de daltonismo que afecta al rojo y al verde. Los perros perciben tonalidades de amarillo y de azul, pero el rojo lo perciben como amarillo y el verde lo ven gris.

Su sistema visual se ha desarrollado para ayudarles en la caza.​ Aunque es difícil de medir, la agudeza visual de los caniches ha sido estimada como equivalente a una puntuación en el test de Snellen de 20/75. Sin embargo, la discriminación visual es muy superior cuando se trata de objetos en movimiento. Se ha demostrado que los perros son capaces de distinguir su dueño de otras personas a distancias de más de un kilómetro y medio. Como cazadores crepusculares dependen de su visión en condiciones de poca iluminación. Para ayudarles a ver en la oscuridad tienen pupilas muy grandes, una mayor densidad de bastoncillos en la fóvea óptica, una mayor velocidad de parpadeo y un tapetum lucidum refractivo. El tapetum es una superficie refractiva situada detrás de la retina que refleja la luz para dar a los fotorreceptores una segunda oportunidad de captar los fotones. Aunque estas adaptaciones sirven para mejorar la visión en la oscuridad, también reducen la agudeza visual de los perros.

Como la mayoría de los mamíferos, los perros son dicromatos y tienen una visión en color equivalente al daltonismo rojo-verde en los humanos.​​​ Las diferentes razas caninas tienen diversas formas y tamaños de los ojos y también tienen una configuración distinta de la retina.​ Los perros con el hocico largo tienen una «raya visual» que se extiende por el ancho de la retina y que les da un campo muy amplio de visión excelente, mientras que los perros con el hocico corto tienen una área centralis, una región central con hasta tres veces la densidad de terminaciones nerviosas de la «raya visual», que los provee una vista detallada, mucho más similar a la de los humanos.

Algunas razas, particularmente los galgos, tienen un campo de visión de hasta 270°, aunque las razas de cabeza ancha con el hocico corto tienen un campo de visión mucho más estrecho, tan bajo como 180°, similar al de los seres humanos. Algunas razas también presentan una tendencia genética a la miopía. Aunque la mayoría de razas son emmetrópicas, se ha descubierto que uno de cada dos rottweilers son miopes.