Socialización
También en los perros, el término socialización se utiliza para caracterizar el proceso por el cual el animal se relaciona con su entorno, conoce sus reglas, entiende la estructura social, y percibe los límites. Los perros jóvenes a menudo aprenden rápidamente cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o humanos. Los perros adultos modelan a sus cachorros mediante correcciones —auditivas o físicas— cuando no se comportan de la forma esperada, y con premios si tienen comportamientos aceptables —jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos, entre otros—.
El proceso de socialización se lleva a cabo especialmente de forma intensa durante los primeros meses de vida, y la primera etapa se extiende aproximadamente desde la tercera hasta la duodécima semana de vida. Tiempo en el que se basa la maduración de los órganos sensoriales y el desarrollo de las habilidades motoras.
Cuando son cachorros deberán experimentar:
● Interacción con otros perros (comunicación, aprendizaje de conductas de grupo).
● Interacción con otros animales (gatos, cobayas, pájaros, caballos).
● Interacción con seres humanos.
● Habituación a los estímulos ambientales, tales como; sirenas de automóviles, ruidos cotidianos en el hogar, aviones, sonidos estridentes —fuegos artificiales de Año Nuevo— y también acostumbrarse a las multitudes o tráfico pedestre.
Un perro bien socializado aprende a estar tranquilo y receptivo a la hora de hacer frente a los extraños, los niños, otras mascotas y situaciones no previstas. El desarrollo futuro de cada perro está determinado principalmente por su socialización y educación. Perros mal socializados tendrán dificultades para adaptarse a su entorno y tenderán a presentar conductas y actitudes temerosas o agresivas, junto con otros trastornos del comportamiento. Los procesos de socialización que no se producen en las primeras catorce semanas de vida no pueden ser sustituidos. Un cachorro sin socialización con catorce semanas de vida será muy difícil de educar y/o adiestrar. En qué medida esto se traduce en trastornos de la conducta dependerá de la evaluación del perro de forma individual.
Debido a que son animales con tendencia a usar guaridas en el momento del parto y para criar a sus cachorros, pueden aprender fácilmente comportamientos como mantener su lugar limpio y aceptar estar en un área cerrada —como es el caso de una jaula temporal para transporte— u otro lugar cercado.
También en los perros, el término socialización se utiliza para caracterizar el proceso por el cual el animal se relaciona con su entorno, conoce sus reglas, entiende la estructura social, y percibe los límites. Los perros jóvenes a menudo aprenden rápidamente cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o humanos. Los perros adultos modelan a sus cachorros mediante correcciones —auditivas o físicas— cuando no se comportan de la forma esperada, y con premios si tienen comportamientos aceptables —jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos, entre otros—.
El proceso de socialización se lleva a cabo especialmente de forma intensa durante los primeros meses de vida, y la primera etapa se extiende aproximadamente desde la tercera hasta la duodécima semana de vida. Tiempo en el que se basa la maduración de los órganos sensoriales y el desarrollo de las habilidades motoras.
Cuando son cachorros deberán experimentar:
● Interacción con otros perros (comunicación, aprendizaje de conductas de grupo).
● Interacción con otros animales (gatos, cobayas, pájaros, caballos).
● Interacción con seres humanos.
● Habituación a los estímulos ambientales, tales como; sirenas de automóviles, ruidos cotidianos en el hogar, aviones, sonidos estridentes —fuegos artificiales de Año Nuevo— y también acostumbrarse a las multitudes o tráfico pedestre.
Un perro bien socializado aprende a estar tranquilo y receptivo a la hora de hacer frente a los extraños, los niños, otras mascotas y situaciones no previstas. El desarrollo futuro de cada perro está determinado principalmente por su socialización y educación. Perros mal socializados tendrán dificultades para adaptarse a su entorno y tenderán a presentar conductas y actitudes temerosas o agresivas, junto con otros trastornos del comportamiento. Los procesos de socialización que no se producen en las primeras catorce semanas de vida no pueden ser sustituidos. Un cachorro sin socialización con catorce semanas de vida será muy difícil de educar y/o adiestrar. En qué medida esto se traduce en trastornos de la conducta dependerá de la evaluación del perro de forma individual.
Debido a que son animales con tendencia a usar guaridas en el momento del parto y para criar a sus cachorros, pueden aprender fácilmente comportamientos como mantener su lugar limpio y aceptar estar en un área cerrada —como es el caso de una jaula temporal para transporte— u otro lugar cercado.