Historia
La fiesta aparece documentada a principios del siglo XX en el archivo municipal en donde consta el pago de seis pesetas al encargado de representar el personaje del Cipotegato. No es hasta la mitad del siglo XX cuando comienza la popular tradición de arrojar tomates al Cipotegato. Sin embargo, la tradición turiasonense está documentada en el archivo de la Catedral de Tarazona desde 1704, pero realmente se desconoce la real fecha del origen de la tradición, creyéndose anterior.
El historiador Javier Bona lo relaciona con el antiguo "Pellexo de Gato" que, a lo largo de 200 años, habría ahuyentado a los niños para que no entorpecieran la celebración de la procesión del Corpus Christi. Algunos de esos niños se habrían enfrentado a él tradicionalmente, lanzando gallones y tomates. Posteriormente el personaje abandona su función religiosa y pasa a la órbita civil, participando en el dance de Tarazona.
Con la llegada de la transición española y el aumento de libertades, más personas se sumarían al rito de lanzar tomates, del que también en 1974 fue víctima el alcalde y la policía local. Finalmente ha evolucionado hasta la fiesta que conocemos actualmente.
La fiesta aparece documentada a principios del siglo XX en el archivo municipal en donde consta el pago de seis pesetas al encargado de representar el personaje del Cipotegato. No es hasta la mitad del siglo XX cuando comienza la popular tradición de arrojar tomates al Cipotegato. Sin embargo, la tradición turiasonense está documentada en el archivo de la Catedral de Tarazona desde 1704, pero realmente se desconoce la real fecha del origen de la tradición, creyéndose anterior.
El historiador Javier Bona lo relaciona con el antiguo "Pellexo de Gato" que, a lo largo de 200 años, habría ahuyentado a los niños para que no entorpecieran la celebración de la procesión del Corpus Christi. Algunos de esos niños se habrían enfrentado a él tradicionalmente, lanzando gallones y tomates. Posteriormente el personaje abandona su función religiosa y pasa a la órbita civil, participando en el dance de Tarazona.
Con la llegada de la transición española y el aumento de libertades, más personas se sumarían al rito de lanzar tomates, del que también en 1974 fue víctima el alcalde y la policía local. Finalmente ha evolucionado hasta la fiesta que conocemos actualmente.