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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: LÉXICO - LAS COSAS Y SUS NOMBRES - LA FRASE - EL REFRÁN...

LÉXICO - LAS COSAS Y SUS NOMBRES - LA FRASE - EL REFRÁN - FIESTAS

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EL NOMBRE DE LAS COSAS NOMINA RERUM https://www. elalmanaque. com/Etimologia. htm

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Por Mariano Arnal https://elalmanaque. com/marnal/

EL ALMANAQUE se entretiene hoy en la clientela política, institución que ha ido funcionando aceptablemente como tal mientras se han respetado las reglas del juego.

UNA FRASE

Patronus si clienti fraudem fecerit, sacer esto

Si el patrón defraudare al cliente, sea sagrado (es decir, quede disponible para ser sacrificado a los dioses). De la Ley de las XII Tablas

El REFRÁN

HURTAR PARA DAR A DIOS, ES IR DEL DEMONIO EN POS

Esta es la excusa de todos los sistemas de robo institucionalizados. Las intenciones son santas. Organizan los ladronicios para que esas instituciones tan necesarias a la sociedad puedan ir dándose vidilla, y de paso se entrenen en esas singulares artes políticas.

LAS COSAS Y SUS NOMBRES

CLIENTELISMO

Para empezar por el principio hay que decir que el de clientelismo es un concepto político que no tiene nada que ver con lo que en comercio se llaman clientes y clientela, sino que está tomado del concepto romano de cliente, que es muy distinto del actual.

En Roma los clientes formaban un grupo social dependiente de los patricios, que eran sus patronos. Éstos, los patricios, romanos de pura cepa, los únicos que eran ciudadanos romanos de pleno derecho, eran el polo opuesto de los plebeyos, que eran los pobres, los extranjeros, los libertos, los patricios venidos a menos...

Los plebeyos eran ciudadanos de segunda categoría (cives minuto iure, que se decía entonces = ciudadanos con el derecho disminuido). Era tan duro ser libre siendo pobre, que muchos de éstos decidieron que les salía más a cuenta volver a someterse al paterfamilias, pero esta vez no en condición de esclavos, sino de libres addicti (endeudados de por vida); a cambio de protección y manutención, se obligaban a estar disponibles para sus patronos, constituyendo su corte y cortejo en tiempo de paz, y su cohorte en tiempo de guerra. Una buena infraestructura para desarrollar a partir de ella el feudalismo.

Parece razonable que siendo cluens, cluentis la forma arcaica de cliens, clientis, admitamos como origen de este nombre el verbo cluo, cluere (o clueo, cluere), y que incluso le hubiese convenido la grafía con y, porque coincide en significado y en forma con el griego kluw (klýo).

El significado de este verbo es extensísimo (llamar, escuchar, obedecer, llamarse, entender, atender...); pero lo más probable es que se haya elegido para formar el nombre de clyens (obsérvese que tiene desinencia de participio presente, activo por tanto) el significado de obedecer; de manera que cliente significaría ante todo "obediente". Es una hipótesis fundada sobre todo en su probabilísimo origen griego y en la fidelidad al patrón, que era la obligación capital del cliente.

Por mantener hasta donde se pueda el paralelismo con la terminología romana, podríamos decir que la plebe (hay quien prefiere decir el proletariado) está al servicio de los patronos económicos; y que hay una enorme masa cada vez mayor de patronos por una parte y de plebeyos por otra, que prefieren pasarse al cuerpo de los clientes políticos.

Pueden darse vida a costa de los presupuestos, siempre a cambio de su fidelidad al patrón (una forma bastante parecida de lo mismo es el caciquismo). Precisamente contando con esta inclinación tan poderosa que puede como en Roma acabar siendo una auténtica clase social, los políticos cultivan el clientelismo como su principal campo de actuación política.

Esta es una de las razones por las que el funcionariado aumenta y seguirá aumentando sin parar; es metafísicamente imposible que un político, cuya razón de vivir es la ambición de poder, resista la tentación de infiltrar a su clientela en todo el tejido económico y político, hasta donde alcancen los tentáculos de su poder. Todos los políticos sin excepción practican el clientelismo, porque esa es la regla de oro de la fidelidad de sus clientes. No importa que a eso se la llame corrupción. Primum supervivere...