Moisés en el cristianismo
Moisés es un precursor de Jesús, a menudo se los compara e indica que Moisés es considerado un profeta y por consiguiente portador de la palabra de Dios. En el Evangelio, las enseñanzas y hechos de la vida de Jesús son comparados con aquellos de Moisés para explicar la misión de Jesús.
Moisés figura a su vez en varios de los mensajes de Jesús. Cuando conoce al fariseo Nicodemo por la noche, en el tercer capítulo del Evangelio de Juan, compara el alzado de la serpiente de bronce en el desierto, que cualquier hebreo podía mirar para ser curado, con su propia ascensión a los cielos (tras su muerte y resurrección) de modo que la gente lo vea y ser curada. En el sexto capítulo, Jesús responde a sus seguidores que Moisés hizo que cayera el maná en el desierto diciendo que no había sido él, sino Yahveh, quien había obrado el milagro. Llamándolo el «pan de la vida», Jesús afirma que ahora es él quien alimenta al pueblo de Yahveh. En la carta de Judas contiene una breve mención de una disputa entre el Arcángel Miguel y el diablo por el cuerpo de Moisés. menconan
Iconográficamente, Moisés figura en relieves, mosaicos, manuscritos miniados, íconos, vitrales, pinturas y esculturas que responden a las diferentes expresiones de la fe cristiana. Moisés es además santo patrono de iglesias en el Monte Nebo, Venecia y Ámsterdam.
Moisés es un precursor de Jesús, a menudo se los compara e indica que Moisés es considerado un profeta y por consiguiente portador de la palabra de Dios. En el Evangelio, las enseñanzas y hechos de la vida de Jesús son comparados con aquellos de Moisés para explicar la misión de Jesús.
Moisés figura a su vez en varios de los mensajes de Jesús. Cuando conoce al fariseo Nicodemo por la noche, en el tercer capítulo del Evangelio de Juan, compara el alzado de la serpiente de bronce en el desierto, que cualquier hebreo podía mirar para ser curado, con su propia ascensión a los cielos (tras su muerte y resurrección) de modo que la gente lo vea y ser curada. En el sexto capítulo, Jesús responde a sus seguidores que Moisés hizo que cayera el maná en el desierto diciendo que no había sido él, sino Yahveh, quien había obrado el milagro. Llamándolo el «pan de la vida», Jesús afirma que ahora es él quien alimenta al pueblo de Yahveh. En la carta de Judas contiene una breve mención de una disputa entre el Arcángel Miguel y el diablo por el cuerpo de Moisés. menconan
Iconográficamente, Moisés figura en relieves, mosaicos, manuscritos miniados, íconos, vitrales, pinturas y esculturas que responden a las diferentes expresiones de la fe cristiana. Moisés es además santo patrono de iglesias en el Monte Nebo, Venecia y Ámsterdam.