ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Historicidad...

Historicidad

Evidencia histórica

El consenso académico indica que Moisés y el Éxodo tal y como los describe la Biblia son míticos,​ si bien una mayoría simple de eruditos acepta la existencia de un núcleo histórico en la narrativa.​ En esta línea, varios eruditos han propuesto un relativamente pequeño grupo de personas de origen egipcio que se habrían unido a los antiguos israelitas, haciendo que la memoria histórica de su "éxodo" se extendiese a todo Israel en su conjunto,​ y a quienes William G. Dever identifica cautamente con la Casa de José,​ mientras que Richard E. Friedman los identifica con la Tribu de Leví.​

Las referencias extrabíblicas sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. Algunos autores judíos como Flavio Josefo y Filón de Alejandría o griegos como Diodoro Sículo señalan que es nombrado por autores como Hecateo de Abdera, Alejandro Polyhistor, Manetón, Apión y Queremón de Alejandría; sin embargo, las obras de estos escritores se han perdido y solo sobreviven en citas. De ellos, el más notable es Manetón, un cronista y sacerdote egipcio helenizado del siglo III a. C., quien nombra a Moisés en su obra sobre la historia de Egipto (Aigyptiaca), la cual solo se conserva en citas de autores judíos y cristianos. Manetón dice, según las citas, que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio de nombre Osarsef.​ Este sacerdote era un rebelde que condujo un ejército de leprosos contra el faraón Amenofis (no se indica cuál de ellos) en complicidad con los hicsos. Victoriosos al principio, fueron derrotados por Amenofis, quien los expulsó de Egipto; después de ello Osarsef cambió su nombre a Moisés y los leprosos fundaron la ciudad de Jerusalén.​ El relato de Manetón fue parcialmente aceptado en el siglo XIX y principios del XX por algunos autores como Schuré o Freud, quienes veían en él un recuerdo deformado del personaje histórico.​ Actualmente se acepta que es en parte un libelo antijudío y en parte un cuento popular sobre la época de los hicsos y el período de Amarna.​

A la luz de lo descubierto sobre la historia y cultura egipcias, numerosos investigadores del siglo XX, como Kitchen, Noth y Albright, entre otros, han sugerido un trasfondo auténtico en el personaje.​​​ El principal argumento es que Moisés, al contrario de lo que dice la Biblia, es un nombre de origen egipcio que significa «hijo» (aparece como mosis, moses o més en las transcripciones; por ejemplo Tutmosis, hijo de Toth, o Ramsés, hijo de Ra). Además, algunas leyes y costumbres rituales contenidas en la obra atribuida a Moisés, como el Arca de la Alianza, podrían rastrearse a mitos y ritos egipcios. Por otra parte, otros elementos, en especial el relato de su abandono en una cesta colocada en el río, se vinculaban con la leyenda mesopotámica de Sargón de Acad,​ que sería su fuente, y se comparaban con relatos similares en otros mitos sobre el origen del héroe, en especial el de Edipo.

Esta interpretación, corriente a mediados del siglo XX, fue sustituida por otra que, a la luz de los avances en arqueología, crítica bíblica e historia, ponía en entredicho la propia existencia de Moisés o lo reducía a un nombre del pasado de Israel, acerca del cual poco podía decirse.​ En la actualidad, quienes sostienen la existencia de un núcleo histórico en la narrativa apelan como evidencia a favor los documentados movimientos de pequeños grupos de antiguos semíticos hacia y desde Egipto durante las Dinastías XVIII y XIX, algunos elementos del folclore y la cultura egipcia en la narrativa del Éxodo,​ y los nombres de Moisés, Aarón, Fineas y otros, que parecen tener un origen egipcio.​

Por otra parte, la corriente del minimalismo bíblico, sobre todo las obras de Philip R. Davies, Niels Peter Lemche y el arqueólogo Israel Finkelstein, considera que todos los libros de la Biblia, especialmente la historia del Éxodo, la Conquista y los reinados de Saúl, David y Salomón, fueron compuestos en un período tardío (entre la conquista asiria y el dominio persa) sobre la base de viejas leyendas alteradas para legitimar las reformas religiosas de la época.​​

Si bien ciertos documentales, como El Éxodo descodificado, de Simcha Jacobovici y James Cameron, insisten en darle credibilidad literal al relato del Éxodo, e incluso pretenden descubrir que Amosis I corresponde al faraón aludido en la Biblia,​ tales afirmaciones son consideradas enteramente infundadas y construidas sobre la base de falacias por la comunidad científica.