Cuestiones cronológicas
En cuanto a la época de Moisés, el problema se vincula al del Éxodo, para cuya datación existen diferentes hipótesis, pero ninguna prueba histórica que lo confirme:
● En el siglo siglo XVI a. C., hacia el final la era de los hicsos, hipótesis que se relaciona con el relato de Manetón.
● Alrededor de 1420 a. C., con las primeras incursiones de los habiru en Canaán. Richard Darlow lo identifica con el príncipe Ramose, quien es mencionado en documentos egipcios alrededor de la época de Hatshepsut.
● Durante el siglo XIII a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés –conocido como «el faraón del Éxodo» o «el faraón opresor»—, de quien se dice haber obligado a los hebreos a construir las ciudades de Pithom y Ramesés. Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo a su sucesor Merenptah el posible «faraón del Éxodo». Sin embargo, en la estela de Merenptah del quinto año del citado faraón (1208 a. C.) se narra que «Israel está acabado, no queda ni la semilla».
● Una hipótesis muy difundida en el siglo XX (hoy desacreditada por la investigación científica [cita requerida]) afirmaba que Moisés era un noble de la corte del faraón Akenatón. Esta idea fue defendida por Sigmund Freud y, con variantes, por Joseph Campbell, quienes sugirieron que Moisés pudo haber abandonado Egipto tras la muerte de Akenatón (1358 a. C.), cuando las reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente. En conexión con esta idea, las contemporáneas Cartas de Amarna, escritas por los nobles para Akenatón, describen bandas asaltantes de habirus atacando territorios egipcios.
En cuanto a la época de Moisés, el problema se vincula al del Éxodo, para cuya datación existen diferentes hipótesis, pero ninguna prueba histórica que lo confirme:
● En el siglo siglo XVI a. C., hacia el final la era de los hicsos, hipótesis que se relaciona con el relato de Manetón.
● Alrededor de 1420 a. C., con las primeras incursiones de los habiru en Canaán. Richard Darlow lo identifica con el príncipe Ramose, quien es mencionado en documentos egipcios alrededor de la época de Hatshepsut.
● Durante el siglo XIII a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés –conocido como «el faraón del Éxodo» o «el faraón opresor»—, de quien se dice haber obligado a los hebreos a construir las ciudades de Pithom y Ramesés. Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo a su sucesor Merenptah el posible «faraón del Éxodo». Sin embargo, en la estela de Merenptah del quinto año del citado faraón (1208 a. C.) se narra que «Israel está acabado, no queda ni la semilla».
● Una hipótesis muy difundida en el siglo XX (hoy desacreditada por la investigación científica [cita requerida]) afirmaba que Moisés era un noble de la corte del faraón Akenatón. Esta idea fue defendida por Sigmund Freud y, con variantes, por Joseph Campbell, quienes sugirieron que Moisés pudo haber abandonado Egipto tras la muerte de Akenatón (1358 a. C.), cuando las reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente. En conexión con esta idea, las contemporáneas Cartas de Amarna, escritas por los nobles para Akenatón, describen bandas asaltantes de habirus atacando territorios egipcios.