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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Anécdotas...

Anécdotas

● "Los panes bendecidos son un signo particular de devoción a San Nicolás, ligado a un episodio de su vida. San Nicolás, gravemente enfermo, obtuvo la gracia de la curación por medio de la intervención de la Virgen María, quien, habiendo aparecido en una visión, le había asegurado:" Pide en caridad, en nombre de mi Hijo, el pan. Cuando lo hayas recibido, lo comerás después de haberlo mojado en agua, y gracias a mi intercesión recuperarás la salud".

● ”El santo no dudó en comer el pan recibido en caridad por una mujer de Tolentino, recuperando así la salud. A partir de ese día, San Nicolás comenzó a distribuir el pan bendecido a los enfermos que visitaba, exhortándolos a confiar en la protección de la Virgen María para obtener la curación de la enfermedad y la liberación del pecado. La Iglesia católica aprobó la institución y uso del Panini, prescribiendo un rito especial para su bendición, similar al de la bendición de las palmas, pero reservado para la Orden Agustina ".

● Se dice que, en el camino de Sant'Angelo a Tolentino, al encontrarse de paso por la ciudad de San Ginesio, con la imposición de manos impidió el derrumbe de una parte de las murallas de la ciudad, que aún hoy siguen intactas.

● El Puente del Diablo en Tolentino recibe este nombre en memoria de la leyenda según la cual el arquitecto Benevegna, en dificultades durante la construcción del puente (que fue destruido por la noche por la impetuosidad del río Chienti), pactó con el diablo, quien aseguró la construcción del puente en una noche a cambio del alma del primer ser vivo que lo cruzara. El arquitecto, arrepentido de su pacto con el diablo, se volvió desesperado hacia San Nicolás. El santo ideó una estratagema: cuando terminó la construcción, bendijo el puente; luego, esperó a que se acercara un perro y rodó una rueda de queso por el puente, obligando al animal a cruzarlo. El diablo, cegado por la ira, trató en vano de destruir el puente.

● Durante su estancia en el convento de San Ginesio, San Nicolás de Tolentino solía llevar comida a los mendigos y pobres y, para no avisar a sus superiores, escondía el pan en las mangas de su túnica. Al enterarse del expediente, los frailes lo detuvieron preguntándole qué llevaba. El santo respondió: " ¡pétalos de rosa!" sacudiendo las mangas de las que salían pétalos de flores.

● En el camino, San Nicolás solía detenerse y rezar en un área rural cerca de Sant'Angelo. En ese momento hizo un pequeño manantial del que beber. Según la tradición, las fuentes de San Nicolas, como se las llama hoy, dejan de brotar si un animal bebe de ellas, hasta que son bendecidas nuevamente por un sacerdote.

● Nicolás de Tolentino fue uno de los santos que, junto a Juan el Bautista y San Agustín, vinieron del cielo para llevar a Santa Rita al convento. Ella también fue de la orden agustina.