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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Imágenes visionarias...

Imágenes visionarias

De las muchas revelaciones espirituales que Nicolás recibió en sus visiones, una en particular se reproduce a menudo en un formato logográfico reducido, como una rueda mística.

Nicolás describió su visión de la Santa Faz en el centro de un círculo con las puntas de tres espadas tocando los dos ojos y la boca, mientras que otras tres irradian hacia afuera en una simetría séxtupla evocadora del Sello de Salomón. Una tela pintada con la imagen,​ conocida como la tela de la oración de meditación asocia el símbolo con seis episodios de la vida de Cristo: la boca de Dios en la Anunciación, los ojos que espían la Creación tanto en su inocencia antes de la caída de Adán y Eva como en su redención en el Calvario, mientras en la dirección opuesta hacia el interior la traición de su discípulo Judas Iscariote en el Jardín de Getsemaní apunta a la corona del Pantocrátor situada en la sede del juicio, la buena nueva de la escena de la Natividad "Gloria a Dios en las alturas y paz a su pueblo sobre la Tierra" se hace eco en el oído derecho de la cabeza, mientras que el memorial de la Cena del Señor "Este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros" en la oración de consagración en la Divina Liturgia de la Misa se hace eco en el oído izquierdo de la cabeza.

Estos seis medallones contienen símbolos adicionales de actos de bondad cristiana:

1. Dos muletas sugieren Visitar al enfermo como una obra de misericordia.
2. El bastón del excursionista con la bolsa de viaje sugiere la Hospitalidad a forasteros.
3. Una barra de pan, pescado y una jarra de agua y vino representan Alimentar al hambriento, saciar al sediento.
4. Las cadenas indican Cuidados al encarcelado.
5. Las prendas de Cristo evocan Vestir al desnudo.
6. Un ataúd nos recuerda Enterrar a los muertos.

Esta interpretación visual engloba la piedad personal de campesinos rurales, muchos analfabetos, para quienes la historia de la salvación estaba expresada en estos aspectos cruciales de la relación de amor de Dios con nosotros y el deber cristiano de amar al prójimo. La gracia santificante fluye de la víctima pascual en la cruz, una imagen de Nicolás descrita en su visión de la corriente, donde el Tabernáculo se sitúa sobre un manantial que fluye en adelante cubriendo la tierra, haciéndose eco de los ríos que fluyen desde el Templo en las visiones de Ezequiel. Tales profundas percepciones sobre los sentidos de la Escritura alegóricos,​ anagógicos y tropológicos a menudo se pierden en la exégesis bíblica moderna que se centra demasiado estrictamente en el sentido literal, el método histórico-crítico.