5 de noviembre, Día del cuidador
El cuidado de las personas mayores es inherente a la sociedad en que vivimos, cada vez más envejecida por el aumento de la esperanza de vida. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el perfil del cuidador tipo responde al de una mujer –en el 85% de los casos–, que se ocupa del familiar dependiente de forma exclusiva.
Más del 50% de estas cuidadoras son descendientes directas (hijas) y el 18%, el cónyuge de la persona que precisa de los cuidados.
Los cuidadores familiares –que suelen ocuparse de personas que sufren algún tipo de demencia o deterioro cognitivo, problemas de inmovilidad– a menudo no son conscientes de la importancia de cuidarse a sí mismos dado el enorme estrés diario que implica la responsabilidad de permanecer vigilante las 24 horas.
El cuidado de las personas mayores es inherente a la sociedad en que vivimos, cada vez más envejecida por el aumento de la esperanza de vida. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el perfil del cuidador tipo responde al de una mujer –en el 85% de los casos–, que se ocupa del familiar dependiente de forma exclusiva.
Más del 50% de estas cuidadoras son descendientes directas (hijas) y el 18%, el cónyuge de la persona que precisa de los cuidados.
Los cuidadores familiares –que suelen ocuparse de personas que sufren algún tipo de demencia o deterioro cognitivo, problemas de inmovilidad– a menudo no son conscientes de la importancia de cuidarse a sí mismos dado el enorme estrés diario que implica la responsabilidad de permanecer vigilante las 24 horas.