Inamura no hi
El origen de la fecha proviene de una historia japonesa denominada Inamura no hi: The burning rice firlds (fuego de las gavillas de arroz). Es una historia que se desarrolla en Japón durante el año 1854, donde un aldeano, Goryo Hamaguchi, se percató de que la marea estaba bajando bruscamente y decidió incendiar toda su cosecha (las gavillas de arroz) para advertir al resto de habitantes de la aldea que huyeran a tierras altas.
Pasado el desastre y con una aldea consternada por la pérdida de familiares y medios de subsistencia, la aldea estaba destinada a desaparecer, ya que muchos lugareños querían mudarse a otro lugar. Es por eso que Goryo decidió construir un terraplén a lo largo de la playa. Empleó a los mismos aldeanos, colaboraron unos con otros y a los cuatro años culminaron el trabajo. Luego se plantaron pinos y árboles de cera en la costa.
En 1946 llegó otro sunami, pero esta vez estaban protegidos por el terraplén y las enormes olas no llegaron a la aldea. El terraplén de Hiromura sigue protegiendo hoy en día a la aldea de Hirowawa-cho.
El origen de la fecha proviene de una historia japonesa denominada Inamura no hi: The burning rice firlds (fuego de las gavillas de arroz). Es una historia que se desarrolla en Japón durante el año 1854, donde un aldeano, Goryo Hamaguchi, se percató de que la marea estaba bajando bruscamente y decidió incendiar toda su cosecha (las gavillas de arroz) para advertir al resto de habitantes de la aldea que huyeran a tierras altas.
Pasado el desastre y con una aldea consternada por la pérdida de familiares y medios de subsistencia, la aldea estaba destinada a desaparecer, ya que muchos lugareños querían mudarse a otro lugar. Es por eso que Goryo decidió construir un terraplén a lo largo de la playa. Empleó a los mismos aldeanos, colaboraron unos con otros y a los cuatro años culminaron el trabajo. Luego se plantaron pinos y árboles de cera en la costa.
En 1946 llegó otro sunami, pero esta vez estaban protegidos por el terraplén y las enormes olas no llegaron a la aldea. El terraplén de Hiromura sigue protegiendo hoy en día a la aldea de Hirowawa-cho.