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Es una dolencia crónica para la que aún no hay cura, por lo que lo más importante es conseguir la mejor calidad de vida posible. Los expertos de TK Home Solutions han recopilado algunos consejos para quienes conviven día a día con ella, especialmente para cuando la enfermedad golpea más duramente.
1. Crear una rutina
Hay días buenos y malos. Es importante establecer una rutina que nos ayude a identificar nuestros niveles de energía. Si somos capaces de hacer nuestras tareas con normalidad, sabremos que es un día bueno; si nos cuesta demasiado, sabemos que nuestro cuerpo nos pide parar antes.
2. Aprovechar la energía
Cuando tenemos una dolencia crónica que nos incapacita, es habitual rendirse y pensar que no podemos hacer nada. Los días que uno se sienta bien, hay que hacer todo lo que se pueda y durante el tiempo que se pueda. Es útil anotar todo lo que se quedó sin hacer un día malo, para completarlo cuando se está mejor. Eso dará una gran sensación de victoria.
3. No forzarse
Hay que aprovechar la energía, pero también saber cuándo parar. Si no es posible hacer todo lo que teníamos planeado, es mejor que se quede pendiente a que forcemos nuestro cuerpo.
4. Preparar la casa para los días malos
Hay que ser previsores. Es posible que haya días en los que no podamos subir las escaleras o caminar sin dificultad. Para esos momentos, es importante tener la vivienda preparada para evitar caídas y facilitarnos las tareas indispensables: quitar cables sueltos, fijar las alfombras, instalar un salvaescaleras, tener comida ya preparada... Igualmente, es recomendable tener un plan b para ciertas tareas: por ejemplo, hablar con un familiar que pueda llevar a los niños al colegio si un día no podemos ir nosotros.
5. Ejercicio moderado y adaptado
Los médicos pueden fijar una rutina de ejercicio para mantener unos huesos y músculos sanos y fuertes. Por supuesto, hay que adaptar esa rutina a nuestros niveles de energía.
6. Ejercicios de relajación
El estrés es uno de los más frecuentes desencadenantes de los brotes de dolor. El ejercicio moderado, la terapia psicológica y las actividades relajantes (tardes de lectura, paseos por el campo...) ayudarán a mantener una buena salud mental, esencial para convivir con la fibromialgia.
7. Una buena cama
Los problemas de sueño son otro de los síntomas más habituales. Un buen colchón y una habitación tranquila, a ser posible sin demasiado ruido y con luces tenues, son indispensables. Por supuesto, hay que evitar las bebidas estimulantes y la cafeína, que solo empeorarán los problemas de sueño.
Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions ha comentado: "Es muy difícil explicar qué es la fibromialgia para alguien que no la sufre. Es un dolor que nadie te dice de dónde viene ni por qué está ahí, pero que te machaca día tras día. Es una dolencia muy compleja y, sobre todo, muy dura mental y físicamente. En TK Home Solutions somos conscientes del enorme reto que aún supone esta enfermedad, que aún falta mucha concienciación sobre ella, y por eso hemos querido recopilar estos consejos, con la esperanza de que puedan ayudar, aunque solo sea un poco, en el día a día a quienes conviven con la fibromialgia".
Es una dolencia crónica para la que aún no hay cura, por lo que lo más importante es conseguir la mejor calidad de vida posible. Los expertos de TK Home Solutions han recopilado algunos consejos para quienes conviven día a día con ella, especialmente para cuando la enfermedad golpea más duramente.
1. Crear una rutina
Hay días buenos y malos. Es importante establecer una rutina que nos ayude a identificar nuestros niveles de energía. Si somos capaces de hacer nuestras tareas con normalidad, sabremos que es un día bueno; si nos cuesta demasiado, sabemos que nuestro cuerpo nos pide parar antes.
2. Aprovechar la energía
Cuando tenemos una dolencia crónica que nos incapacita, es habitual rendirse y pensar que no podemos hacer nada. Los días que uno se sienta bien, hay que hacer todo lo que se pueda y durante el tiempo que se pueda. Es útil anotar todo lo que se quedó sin hacer un día malo, para completarlo cuando se está mejor. Eso dará una gran sensación de victoria.
3. No forzarse
Hay que aprovechar la energía, pero también saber cuándo parar. Si no es posible hacer todo lo que teníamos planeado, es mejor que se quede pendiente a que forcemos nuestro cuerpo.
4. Preparar la casa para los días malos
Hay que ser previsores. Es posible que haya días en los que no podamos subir las escaleras o caminar sin dificultad. Para esos momentos, es importante tener la vivienda preparada para evitar caídas y facilitarnos las tareas indispensables: quitar cables sueltos, fijar las alfombras, instalar un salvaescaleras, tener comida ya preparada... Igualmente, es recomendable tener un plan b para ciertas tareas: por ejemplo, hablar con un familiar que pueda llevar a los niños al colegio si un día no podemos ir nosotros.
5. Ejercicio moderado y adaptado
Los médicos pueden fijar una rutina de ejercicio para mantener unos huesos y músculos sanos y fuertes. Por supuesto, hay que adaptar esa rutina a nuestros niveles de energía.
6. Ejercicios de relajación
El estrés es uno de los más frecuentes desencadenantes de los brotes de dolor. El ejercicio moderado, la terapia psicológica y las actividades relajantes (tardes de lectura, paseos por el campo...) ayudarán a mantener una buena salud mental, esencial para convivir con la fibromialgia.
7. Una buena cama
Los problemas de sueño son otro de los síntomas más habituales. Un buen colchón y una habitación tranquila, a ser posible sin demasiado ruido y con luces tenues, son indispensables. Por supuesto, hay que evitar las bebidas estimulantes y la cafeína, que solo empeorarán los problemas de sueño.
Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions ha comentado: "Es muy difícil explicar qué es la fibromialgia para alguien que no la sufre. Es un dolor que nadie te dice de dónde viene ni por qué está ahí, pero que te machaca día tras día. Es una dolencia muy compleja y, sobre todo, muy dura mental y físicamente. En TK Home Solutions somos conscientes del enorme reto que aún supone esta enfermedad, que aún falta mucha concienciación sobre ella, y por eso hemos querido recopilar estos consejos, con la esperanza de que puedan ayudar, aunque solo sea un poco, en el día a día a quienes conviven con la fibromialgia".