Antecedentes
La celebración de esa fecha es mucho más antigua; la Diputación del Reino de Navarra adoptó como patrono a San Francisco Javier poco después de su canonización y lo juró solemnemente el 2 de agosto de 1622; las Cortes de Navarra ratificaron el juramento en 1624 y dispusieron que la Diputación acudiera todos los años a celebrar una misa solemne a la iglesia de la Compañía de Jesús en Pamplona. En 1657 el Papa Alejandro VII declaró como copatronos de Navarra a San Fermín y a San Francisco Javier y declaró ambas fiestas como de precepto. A partir de 1767 como consecuencia de la expulsión de los jesuitas la celebración tenía lugar en la Parroquia de San Saturnino de Pamplona. La Diputación Foral de Navarra constituida en 1836 acordó seguir con esa celebración, aunque a fines del siglo XIX se trasladó al último domingo de noviembre. A partir de 1916 volvió a celebrarse el propio día 3 de diciembre; como fiesta oficial dejó de celebrarse durante la II República, aunque la Diputación volvió a celebrarla desde 1935. En 1946 se traslada la misa oficial a la Catedral de Pamplona, y en 1979 a la Basílica del Castillo de Javier.
La celebración de esa fecha es mucho más antigua; la Diputación del Reino de Navarra adoptó como patrono a San Francisco Javier poco después de su canonización y lo juró solemnemente el 2 de agosto de 1622; las Cortes de Navarra ratificaron el juramento en 1624 y dispusieron que la Diputación acudiera todos los años a celebrar una misa solemne a la iglesia de la Compañía de Jesús en Pamplona. En 1657 el Papa Alejandro VII declaró como copatronos de Navarra a San Fermín y a San Francisco Javier y declaró ambas fiestas como de precepto. A partir de 1767 como consecuencia de la expulsión de los jesuitas la celebración tenía lugar en la Parroquia de San Saturnino de Pamplona. La Diputación Foral de Navarra constituida en 1836 acordó seguir con esa celebración, aunque a fines del siglo XIX se trasladó al último domingo de noviembre. A partir de 1916 volvió a celebrarse el propio día 3 de diciembre; como fiesta oficial dejó de celebrarse durante la II República, aunque la Diputación volvió a celebrarla desde 1935. En 1946 se traslada la misa oficial a la Catedral de Pamplona, y en 1979 a la Basílica del Castillo de Javier.