Otras costumbres del día 6 de enero
Es interesante notar que, en tiempo de la colonización española, especialmente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay, este día era de asueto para los esclavos negros, que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esta costumbre originó el nombre de Pascua de los Negros con que el día es aún conocido en algunos países como en Chile o Paraguay, donde la comunidad afroparaguaya celebra el día de su santo (San Baltasar).
Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de Navidad. Esta costumbre también se ha extendido a países de América Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último día de la temporada navideña. Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía un haba o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España al típico roscón de reyes (también llamado rosca de reyes en Hispanoamérica), que se toma en ese día y que esconde una pequeña sorpresa en su interior. En México, dicha rosca tiene en su interior varios muñecos pequeños de plástico los cuales representan al niño Jesús; aquella persona que en el momento de partir la rosca encuentra alguno de ellos, es encargado de hacer o invitar tamales y atole el 2 de febrero, día de la Candelaria.
En el año 1601 los abogados de Londres encargaron a William Shakespeare una obra de teatro que se tituló Noche de reyes y fue representada ante la reina Isabel I.
En Colombia, en la ciudad de Baranoa, Atlántico, cada Fiesta de Reyes se realiza una escenificación de la Epifanía de los Reyes Magos y su travesía hasta llegar a Belén a adorar a Jesús. Esta puesta en escena es llamada la Loa de los Santos Reyes Magos y es una tradición centenaria que cuenta con más de 145 años de celebración ininterrumpidos, una obra de teatro que ha sido declarada Patrimonio Cultural del departamento del Atlántico y cursa un proyecto de ley en el Congreso de Colombia para declararla Patrimonio Cultural de la Nación.
Es interesante notar que, en tiempo de la colonización española, especialmente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay, este día era de asueto para los esclavos negros, que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esta costumbre originó el nombre de Pascua de los Negros con que el día es aún conocido en algunos países como en Chile o Paraguay, donde la comunidad afroparaguaya celebra el día de su santo (San Baltasar).
Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de Navidad. Esta costumbre también se ha extendido a países de América Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último día de la temporada navideña. Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía un haba o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España al típico roscón de reyes (también llamado rosca de reyes en Hispanoamérica), que se toma en ese día y que esconde una pequeña sorpresa en su interior. En México, dicha rosca tiene en su interior varios muñecos pequeños de plástico los cuales representan al niño Jesús; aquella persona que en el momento de partir la rosca encuentra alguno de ellos, es encargado de hacer o invitar tamales y atole el 2 de febrero, día de la Candelaria.
En el año 1601 los abogados de Londres encargaron a William Shakespeare una obra de teatro que se tituló Noche de reyes y fue representada ante la reina Isabel I.
En Colombia, en la ciudad de Baranoa, Atlántico, cada Fiesta de Reyes se realiza una escenificación de la Epifanía de los Reyes Magos y su travesía hasta llegar a Belén a adorar a Jesús. Esta puesta en escena es llamada la Loa de los Santos Reyes Magos y es una tradición centenaria que cuenta con más de 145 años de celebración ininterrumpidos, una obra de teatro que ha sido declarada Patrimonio Cultural del departamento del Atlántico y cursa un proyecto de ley en el Congreso de Colombia para declararla Patrimonio Cultural de la Nación.