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LÉXICO - LAS COSAS Y SUS NOMBRES - LA FRASE - EL REFRÁN - FIESTAS

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ALMANAQUES - CALENDARIOS

LAS CALENDAS

El calendario es obviamente el libro que contiene las calendas, y más adelante el cuadernillo en que éstas únicamente se señalan, sin desarrollarlas. Tendremos que saber por tanto qué son las calendas para entender por qué la denominación y el objeto del calendario desplazó al almanaque.

Porque ciertamente se trata de una clarísima bifurcación de un mismo objeto. Por despejar pronto las dudas, adelanto que el término calendario es de carácter religioso y de tradición romana, siendo su principal contenido el santoral; mientras que el almanaque es de carácter más que civil, profano, procedente de las culturas egipcia, asiria, caldea, babilónica, sumeria, y su contenido es en origen astrológico.

Nunca las calendas romanas hubiesen dado lugar a un calendario, puesto que no eran más que uno de los tres mojones con que estaba señalado el mes. Los otros dos eran las nonas y los idus.

Es cierto que una vez asentado el mes de enero como primero del año por el calendario juliano, se instituyó la celebración de las calendas ianuarias, último nombre, ya totalmente civil, que tuvieron las antiguas celebraciones religiosas romanas de principio de año, que el cristianismo tuvo que renombrar y en la medida de lo posible reformar como fiestas de la natividad de Cristo.

Es decir que la fiesta más importante del año acabó llamándose “las calendas”. Fue necesario explicar en los libros litúrgicos la nueva significación de estas calendas, y a imagen y semejanza de éstas, las demás de menor entidad que se iban celebrando a lo largo del año. Así, se llamó y fue la calenda por antonomasia la lección del martirologio que se recitaba en la iglesia el sábado de la Navidad por la mañana, referida al nacimiento de Jesús.

De ahí que en algunos lugares las navidades se hayan llamado también las calendas. Es decir que calendas acabó siendo sinónimo de fiestas en el lenguaje popular, y sinónimo de lección sobre la vida del santo cuya fiesta se celebra, en la terminología litúrgica.

Así, las calendas acabaron siendo cada una de las reseñas del martirologio romano (el listado de todos los santos, con las respectivas biografías), cuyo orden de aparición es cronológico a lo largo de todo el año, siendo el día de su reseña y celebración, el de la muerte del santo.

Pero he aquí que no se llamó calendario al libro en que se contenían todas las calendas, es decir las breves reseñas (de una página aproximadamente) de las vidas de los santos del martirologio, llamadas “lecciones”, sino que se dio este nombre a las tablas o publicaciones que además de permitir conocer en qué día del mes y de la semana estaba uno, se indicaban las calendas que correspondían a ese día, es decir las lecciones de vidas de santos que se encontrarían ese día en el martirologio romano.

Por eso, si tuviésemos que elegir para el calendario original (el competidor del almanaque) un sinónimo fiel y descriptivo, deberíamos llamarlo santoral cronológico; porque calendas son las lecciones sobre las vidas de los santos distribuidas por días, y por extensión las mismas fiestas, los días de celebración; de modo que el calendario acabó siendo el almanaque especializado en la señalación de las fiestas religiosas.

Junto a las calendas y al calendario se desarrolló el verbo calendar, con el significado de poner fecha a actos y documentos importantes, abundando en la idea de que las calendas son fiestas señaladas, dignas de recordarse y celebrarse. Y como curiosidad hay que decir que los romanos fueron los creadores de la palabra calendarium, pero su significado era el de “libro de cuentas”.

Los calendares eran los oficiales que llevaban los libros de cuentas de la ciudad (se les llamaba también curatores calendarii). Y poner el dinero a interés era para los romanos convértere pecuniam in calendarium (literalmente, convertir el dinero en calendario; es decir, tirar de cupón). Fue, pues, la iglesia la que a partir de sus calendas fraguó el nombre de calendario con el significado que actualmente tiene.

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