ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Biografía...

Biografía

Juventud

Tomás de Aquino nació en 1224 o 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el seno de una numerosa y noble familia de ascendencia germana.​ Su padre, Landolfo, descendiente de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti. Fue Tomás el menor de nueve hermanos. Según una leyenda, Bonus, un santo ermitaño, predijo a Teodora que su hijo se ordenaría dominico y llegaría a alcanzar la santidad.​

Cumplidos los cinco años, Tomás recibió sus primeras enseñanzas en la abadía de Montecasino, de la que un tío suyo era abad. Sus biógrafos Guillermo de Tocco, Bernardo Guido y Pedro Calo destacan su singular y temprana devoción señalando que desde bebé, se aferraba fuertemente a un papiro que tenía escrito el Ave María.​ Comenzó entonces su aprendizaje de gramática, moral, música y religión hasta que en 1239 el emperador Federico II decretara la expulsión de los monjes. Entonces, el joven Tomás continuó su educación en la Universidad de Nápoles donde el estudio de las artes liberales, el currículo educativo de la época, lo puso en contacto con los principios de la lógica aristotélica. En 1244, a la edad de diecinueve años, Tomás decidió unirse a la recién fundada Orden dominica gracias a la amistad que había trabado con el Maestro General Juan de Wildeshausen, por cuya vida austera e intelectual se sentía atraído desde haberlo conocido anteriormente en un convento de Nápoles.​

La decisión contrarió a su familia, que había planificado que Tomás sucediera a su tío al frente de la abadía de Montecasino.​ Enterados de que Tomás se dirigiría a Roma para iniciarse en los estudios del noviciado, sus hermanos lo secuestraron y retuvieron durante más de un año en los castillos familiares de Monte San Giovanni y Roccasecca en un intento de evitar que asumiera el hábito dominico y para obligarlo a renunciar a su nueva aspiración. Pasó este tiempo de prueba dando clases particulares a sus hermanas y comunicándose con miembros de la Orden Dominica.​ Los familiares se desesperaron por disuadir a Tomás, que seguía decidido a unirse a los dominicos. En un momento, dos de sus hermanos recurrieron a la medida de contratar a una prostituta para seducirlo. Según la leyenda, Tomás la alejó empuñando un hierro de fuego y dos ángeles se le aparecieron mientras dormía y fortalecieron su determinación de permanecer célibe. Al ver que todos sus intentos de disuadir a Tomás habían fracasado, Teodora buscó salvar la dignidad de la familia haciendo que Tomás escapara por la ventana durante la noche.​

Logró huir del castillo y se trasladó a París para alejarse de su familia. El Aquinate sorprendió a los frailes cuando vieron que se había dedicado a leer y memorizar la Biblia y las Sententias de Pedro Lombardo, incluso había comentado un apartado de las Refutaciones sofísticas de Aristóteles que eran las referencias para los estudios de la época.