Importancia de la fraternidad como valor fundamental
Hablar de fraternidad implica hablar de valores, ya que este concepto conlleva a la unión de las personas basadas en los valores de tolerancia, respeto, dignidad, solidaridad e igualdad de derechos de todos los seres humanos.
La fraternidad como valor nos conlleva a ser solidarios, respetuosos y empáticos con las demás personas. Es de vital importancia la transmisión y aplicación de valores en nuestra vida diaria para ser cada día mejores individuos, con un efecto multiplicador que impacte en toda la humanidad.
De esta manera contribuiremos a promover valores de inclusión equidad, justicia y libertad en el actual contexto social, político y económico de las sociedades y naciones del mundo, observando marcadas diferencias que derivan en acciones de terrorismo, guerra, extremismo religioso y desigualdad social.
Un buen punto de inicio lo constituyen los valores que se inculcan en el hogar y en la escuela. Es de vital importancia reforzar en las políticas y objetivos educativos a la fraternidad como un valor fundamental, siendo un derecho y un deber inexcusables.
La escuela y el hogar constituyen ámbitos esenciales para el forjamiento y aplicación de valores, siendo la base para la conformación de individuos conscientes, empáticos y solidarios con su entorno familiar y social.
Hablar de fraternidad implica hablar de valores, ya que este concepto conlleva a la unión de las personas basadas en los valores de tolerancia, respeto, dignidad, solidaridad e igualdad de derechos de todos los seres humanos.
La fraternidad como valor nos conlleva a ser solidarios, respetuosos y empáticos con las demás personas. Es de vital importancia la transmisión y aplicación de valores en nuestra vida diaria para ser cada día mejores individuos, con un efecto multiplicador que impacte en toda la humanidad.
De esta manera contribuiremos a promover valores de inclusión equidad, justicia y libertad en el actual contexto social, político y económico de las sociedades y naciones del mundo, observando marcadas diferencias que derivan en acciones de terrorismo, guerra, extremismo religioso y desigualdad social.
Un buen punto de inicio lo constituyen los valores que se inculcan en el hogar y en la escuela. Es de vital importancia reforzar en las políticas y objetivos educativos a la fraternidad como un valor fundamental, siendo un derecho y un deber inexcusables.
La escuela y el hogar constituyen ámbitos esenciales para el forjamiento y aplicación de valores, siendo la base para la conformación de individuos conscientes, empáticos y solidarios con su entorno familiar y social.