Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡
Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la
Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.
Amén.