Comportamiento
Son a menudo comparados con alcachofas o piñas caminantes. Se pueden enrollar en una bola cuando se ven amenazados, con sus escamas sobrepuestas actuando como armadura. Al nacer, las escamas son blandas, pero se van endureciendo a medida que el animal se desarrolla.
A pesar de no ser su arma primaria, las poderosas patas de los pangolines, usadas para cavar en la tierra endurecida, son lo suficientemente fuertes para partir una pierna humana de un solo golpe. Los pangolines también pueden emitir un ácido fétido de unas glándulas cerca del ano, similar al que segrega una mofeta. Los pangolines tienen patas cortas, con garras afiladas que usan para enterrarse.
Los pangolines carecen de dientes y de la habilidad de masticar. En su lugar, abren los hormigueros y termiteros con sus poderosas garras delanteras e introducen su larga lengua.
Se sabe muy poco sobre la reproducción de este animal, pero como mamífero sabemos que es vivíparo y la hembra suele parir una sola cría. Según se ha podido observar además, los pangolines viven solos o en parejas, pero nunca en manadas.
Las poblaciones de estos mamíferos se han visto reducidas ya que su carne es muy demandada en África y Asia; en China su carne se considera una exquisitez. Además, varias regiones asiáticas atribuyen poderes medicinales a sus escamas sin evidencias científicas. En años recientes, los pangolines han sido víctimas del tráfico de especies.
Son a menudo comparados con alcachofas o piñas caminantes. Se pueden enrollar en una bola cuando se ven amenazados, con sus escamas sobrepuestas actuando como armadura. Al nacer, las escamas son blandas, pero se van endureciendo a medida que el animal se desarrolla.
A pesar de no ser su arma primaria, las poderosas patas de los pangolines, usadas para cavar en la tierra endurecida, son lo suficientemente fuertes para partir una pierna humana de un solo golpe. Los pangolines también pueden emitir un ácido fétido de unas glándulas cerca del ano, similar al que segrega una mofeta. Los pangolines tienen patas cortas, con garras afiladas que usan para enterrarse.
Los pangolines carecen de dientes y de la habilidad de masticar. En su lugar, abren los hormigueros y termiteros con sus poderosas garras delanteras e introducen su larga lengua.
Se sabe muy poco sobre la reproducción de este animal, pero como mamífero sabemos que es vivíparo y la hembra suele parir una sola cría. Según se ha podido observar además, los pangolines viven solos o en parejas, pero nunca en manadas.
Las poblaciones de estos mamíferos se han visto reducidas ya que su carne es muy demandada en África y Asia; en China su carne se considera una exquisitez. Además, varias regiones asiáticas atribuyen poderes medicinales a sus escamas sin evidencias científicas. En años recientes, los pangolines han sido víctimas del tráfico de especies.