Expansión del Islam y resistencia cristiana
Los 7.000 hombres de Tariq no eran árabes sino bereberes, de los que los árabes, que ocuparán poco después África del Norte, eran aliados, si bien esta alianza conoció momentos bajos debido a que los bereberes eran tratados como musulmanes 'de segunda'. Y este antagonismo entre las dos etnias, debilitará a los nuevos amos musulmanes de Hispania, que ahora recibe el nombre de Al-Ándalus.
En tres años fue ocupada la Península, a excepción de una parte de la cordillera Cantábrica (futuro reino de Asturias) que forma en el noroeste del país una especie de fortaleza cuyas cumbres alcanzan a menudo más de 2000 metros, e incluso más de 2600 metros en los Picos de Europa. Muy pronto acuden los cristianos a refugiarse allí, en particular de Toledo. Pelayo, se hace elegir jefe de los rebeldes con los que atacará las guarniciones berberiscas.
Tranquilamente instaladas en Córdoba, o estando ocupadas en razzias en el sur de la Galia, las fuerzas musulmanas no se preocupan de la rebelión al principio. Sin embargo, se envía una expedición a Asturias. Pero allí, Pelayo, fingiendo huir, atrae a bereberes y árabes a las gargantas de Covadonga, los divide en grupos, y según la leyenda acaba de exterminarlos en gran número cerca de Liébana. El reino de Asturias se consolida a partir de entonces en torno a Cangas de Onís, con Pelayo como rey.
Los 7.000 hombres de Tariq no eran árabes sino bereberes, de los que los árabes, que ocuparán poco después África del Norte, eran aliados, si bien esta alianza conoció momentos bajos debido a que los bereberes eran tratados como musulmanes 'de segunda'. Y este antagonismo entre las dos etnias, debilitará a los nuevos amos musulmanes de Hispania, que ahora recibe el nombre de Al-Ándalus.
En tres años fue ocupada la Península, a excepción de una parte de la cordillera Cantábrica (futuro reino de Asturias) que forma en el noroeste del país una especie de fortaleza cuyas cumbres alcanzan a menudo más de 2000 metros, e incluso más de 2600 metros en los Picos de Europa. Muy pronto acuden los cristianos a refugiarse allí, en particular de Toledo. Pelayo, se hace elegir jefe de los rebeldes con los que atacará las guarniciones berberiscas.
Tranquilamente instaladas en Córdoba, o estando ocupadas en razzias en el sur de la Galia, las fuerzas musulmanas no se preocupan de la rebelión al principio. Sin embargo, se envía una expedición a Asturias. Pero allí, Pelayo, fingiendo huir, atrae a bereberes y árabes a las gargantas de Covadonga, los divide en grupos, y según la leyenda acaba de exterminarlos en gran número cerca de Liébana. El reino de Asturias se consolida a partir de entonces en torno a Cangas de Onís, con Pelayo como rey.