Formas, disposiciones y significado
Una de las originalidades de muchas páginas de los beatos, es la presentación de las escenas sobre un fondo de amplias bandas pintadas, horizontales, que no corresponden a ninguna realidad exterior. No se trata del cielo, el agua, el horizonte o de efectos de aproximación o alejamiento. Se habló con mucha razón de una "desrealización" del espacio por el color.
"Como más tarde en El Greco, la pintura resulta aquí método espiritual", escribe Jacques Fontaine (Obra citada, p. 363). El mundo sensible se purifica de sus elementos anecdóticos solo para dejar sitio a la parte fundamental. Se trata de poner de manifiesto que pasa algo sin distraernos describiendo el lugar dónde eso pasa. Los protagonistas del drama apocalíptico exploran aún más lo que pasa en su alma (o en la del lector), con "esta fijeza huraña que llega, a veces, hasta el éxtasis, y a la desmesura", para recoger la fórmula de Mireille Mentré.
Las formas son geométricas, y la esquematización llega a veces hasta la abstracción. Así la representación de las montañas por círculos superpuestos. Estas convenciones son comunes a varios manuscritos.
Sin embargo lo decorativo nunca triunfa sobre lo simbólico: a pesar de la simplificación de las formas, de la multiplicidad de los ángulos de visión en una misma escena, las imágenes siguen siendo eminente y claramente la referencia. El esquematismo y la ornamentación nunca predominan sobre la legibilidad
Algunos manuscritos llevan "páginas-tapices", páginas completas situadas generalmente al principio del libro, dónde se encuentra, entre motivos geométricos y laberínticos, la información sobre el escriba, el pintor o el destinatario del manuscrito. Estas páginas imitan las encuadernaciones (contemporáneas del libro, pero también parecen coptas), y se asemejan a veces a alfombras persas o turcas
En el Beato de Saint-Sever, al cual se reservará una parte especial, se encuentran páginas-tapices donde los entrelazados parecen de inspiración irlandesa.
Una de las originalidades de muchas páginas de los beatos, es la presentación de las escenas sobre un fondo de amplias bandas pintadas, horizontales, que no corresponden a ninguna realidad exterior. No se trata del cielo, el agua, el horizonte o de efectos de aproximación o alejamiento. Se habló con mucha razón de una "desrealización" del espacio por el color.
"Como más tarde en El Greco, la pintura resulta aquí método espiritual", escribe Jacques Fontaine (Obra citada, p. 363). El mundo sensible se purifica de sus elementos anecdóticos solo para dejar sitio a la parte fundamental. Se trata de poner de manifiesto que pasa algo sin distraernos describiendo el lugar dónde eso pasa. Los protagonistas del drama apocalíptico exploran aún más lo que pasa en su alma (o en la del lector), con "esta fijeza huraña que llega, a veces, hasta el éxtasis, y a la desmesura", para recoger la fórmula de Mireille Mentré.
Las formas son geométricas, y la esquematización llega a veces hasta la abstracción. Así la representación de las montañas por círculos superpuestos. Estas convenciones son comunes a varios manuscritos.
Sin embargo lo decorativo nunca triunfa sobre lo simbólico: a pesar de la simplificación de las formas, de la multiplicidad de los ángulos de visión en una misma escena, las imágenes siguen siendo eminente y claramente la referencia. El esquematismo y la ornamentación nunca predominan sobre la legibilidad
Algunos manuscritos llevan "páginas-tapices", páginas completas situadas generalmente al principio del libro, dónde se encuentra, entre motivos geométricos y laberínticos, la información sobre el escriba, el pintor o el destinatario del manuscrito. Estas páginas imitan las encuadernaciones (contemporáneas del libro, pero también parecen coptas), y se asemejan a veces a alfombras persas o turcas
En el Beato de Saint-Sever, al cual se reservará una parte especial, se encuentran páginas-tapices donde los entrelazados parecen de inspiración irlandesa.