el tao te king dice:
si el cielo y la tierra duran desde siempre es porque no viven para si mismos. eso es lo que les hace durar eternamente.
por eso el sabio excluye su persona y siempre se halla en primer lugar.
se despoja de sí mismo y por eso permanece.
porque no busca su provecho es que logra su provecho.
el cielo y la tierra son la metaforización de la energía yin y yang, (los opuestos), que nutren al ser humano, aportando vitalidad y serenidad, para el cuerpo y el espíritu.
aquí, los dos párrafos primeros dicen que el motivo por el que cielo y tierra, (la energía yin y yang), manan siempre sin parar, es porque no viven para si mismas. o sea, que carecen de ego o de una conciencia personal que los limitaría. permanecen constantemente en la impermanencia, en el constante movimiento del universo, (movimiento del yin y del yang).
así, el sabio, observando el constante movimiento natural de los opuestos, (yin y yang), se atine a ellos, y deja a un lado su persona, (el ego). realizando la condición normal, aquí y ahora, su más profunda dimensión, que es realizada al apartar todos los velos que obstaculizan su unión con la energía universal, (la unidad del yin -yang).
cuando se ha dejado de tener una meta, y se acepta lo que hay en cada momento, bien sea bueno o malo, sin crear categorías, es cuando se puede ir un paso más allá; ese paso que delimita el mundo del ego y el mundo de la unidad. cuando el yang es fuerte, el yin lo armoniza. cuando el yin es fuerte, el yang lo armoniza. yin y yang se interpenetran en una danza cósmica eterna.
la energía del ego, es transmutada en wu chi, (energía vacua), cuando el yin y el yang se unifican. la vacuidad, (wu chi), es la fuente de la creatividad y de la vida espontánea, (el armónico y constante movimiento del yin y del yang o, el tai chi).
la meditación es la práctica fundamental de wu chi. meditar es; observación, concentración, no-elegir, no rechazar, dejar pasar, dar un paso más allá que nos une al orden cósmico, (la armonía del ying y del yang), el paso que unifica el mundo del ego y el mundo wu chi.
la meditación involucra al cuerpo en una determinada y fuerte postura, la respiración y la observación o concentración.
si el cielo y la tierra duran desde siempre es porque no viven para si mismos. eso es lo que les hace durar eternamente.
por eso el sabio excluye su persona y siempre se halla en primer lugar.
se despoja de sí mismo y por eso permanece.
porque no busca su provecho es que logra su provecho.
el cielo y la tierra son la metaforización de la energía yin y yang, (los opuestos), que nutren al ser humano, aportando vitalidad y serenidad, para el cuerpo y el espíritu.
aquí, los dos párrafos primeros dicen que el motivo por el que cielo y tierra, (la energía yin y yang), manan siempre sin parar, es porque no viven para si mismas. o sea, que carecen de ego o de una conciencia personal que los limitaría. permanecen constantemente en la impermanencia, en el constante movimiento del universo, (movimiento del yin y del yang).
así, el sabio, observando el constante movimiento natural de los opuestos, (yin y yang), se atine a ellos, y deja a un lado su persona, (el ego). realizando la condición normal, aquí y ahora, su más profunda dimensión, que es realizada al apartar todos los velos que obstaculizan su unión con la energía universal, (la unidad del yin -yang).
cuando se ha dejado de tener una meta, y se acepta lo que hay en cada momento, bien sea bueno o malo, sin crear categorías, es cuando se puede ir un paso más allá; ese paso que delimita el mundo del ego y el mundo de la unidad. cuando el yang es fuerte, el yin lo armoniza. cuando el yin es fuerte, el yang lo armoniza. yin y yang se interpenetran en una danza cósmica eterna.
la energía del ego, es transmutada en wu chi, (energía vacua), cuando el yin y el yang se unifican. la vacuidad, (wu chi), es la fuente de la creatividad y de la vida espontánea, (el armónico y constante movimiento del yin y del yang o, el tai chi).
la meditación es la práctica fundamental de wu chi. meditar es; observación, concentración, no-elegir, no rechazar, dejar pasar, dar un paso más allá que nos une al orden cósmico, (la armonía del ying y del yang), el paso que unifica el mundo del ego y el mundo wu chi.
la meditación involucra al cuerpo en una determinada y fuerte postura, la respiración y la observación o concentración.