4. Progresión de la enfermedad en mayores
Cada persona presenta una progresión diferente de la enfermedad, pero en los mayores se pueden dar cinco etapas:
Etapa 1
Comienzan los síntomas, aunque no suelen interferir en la vida cotidiana. En algunas ocasiones son temblores y movimientos incontrolados en medio lado del cuerpo, pero no siempre es así.
Etapa 2
Los síntomas se intensifican y suelen darse en ambos lados del cuerpo. Suelen ser temblores o rigidez de extremidades. Los mayores pueden vivir solos, pero tendrán que adecuar sus actividades diarias ante la presencia de limitaciones.
Etapa 3
Los síntomas son aún más acusados y en esta etapa suele comenzar la pérdida de equilibrio y el riesgo de caídas. Existe mayor dificultad en la realización de las tareas y se precisa asistencia domiciliaria.
Etapa 4
En esta etapa, la movilidad es aún más reducida, por lo que el mayor puede precisar de un andador o de la compañía de una persona. En esta etapa, la persona que padece párkinson no debería vivir sola.
Etapa 5
En la etapa más avanzada se pueden presentar síntomas como rigidez extrema o demencia, por lo que el mayor afectado requiere de un cuidador de manera continuada.
Cada persona presenta una progresión diferente de la enfermedad, pero en los mayores se pueden dar cinco etapas:
Etapa 1
Comienzan los síntomas, aunque no suelen interferir en la vida cotidiana. En algunas ocasiones son temblores y movimientos incontrolados en medio lado del cuerpo, pero no siempre es así.
Etapa 2
Los síntomas se intensifican y suelen darse en ambos lados del cuerpo. Suelen ser temblores o rigidez de extremidades. Los mayores pueden vivir solos, pero tendrán que adecuar sus actividades diarias ante la presencia de limitaciones.
Etapa 3
Los síntomas son aún más acusados y en esta etapa suele comenzar la pérdida de equilibrio y el riesgo de caídas. Existe mayor dificultad en la realización de las tareas y se precisa asistencia domiciliaria.
Etapa 4
En esta etapa, la movilidad es aún más reducida, por lo que el mayor puede precisar de un andador o de la compañía de una persona. En esta etapa, la persona que padece párkinson no debería vivir sola.
Etapa 5
En la etapa más avanzada se pueden presentar síntomas como rigidez extrema o demencia, por lo que el mayor afectado requiere de un cuidador de manera continuada.