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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: José de Nazaret en la Iglesia católica...

José de Nazaret en la Iglesia católica

Numerosos autores cristianos, varios de ellos doctores de la Iglesia, se refirieron a lo largo de la historia a José de Nazaret (Beda el Venerable, Bernardo de Claraval, Tomás de Aquino en su Summa Theologiae, 3, q. 29, a. 2 in c.).​ Sixto IV (1471-1484) introdujo la festividad de San José en el Breviario romano, e Inocencio VIII (1484-1492) la elevó a rito doble.

También desde el comienzo de la Orden de Frailes Menores, los franciscanos se interesaron en José de Nazaret como modelo único de paternidad. Distintos escritores franciscanos desde el siglo XIII al XV (Buenaventura de Fidanza, Juan Duns Scoto, Pedro Juan Olivi, Ubertino da Casale, Bernardino de Siena, y Bernardino de Feltre) fueron sugiriendo progresivamente cómo José de Nazaret podría convertirse en un modelo de fidelidad, de humildad, pobreza y obediencia para los seguidores de Francisco de Asís.​

Sin embargo, fue Teresa de Ávila quien dio a la devoción católica a San José el espaldarazo definitivo en el siglo XVI. Esta mística española relata su experiencia personal referida a José de Nazaret en el Libro de la Vida:

Y tomé por abogado y señor al glorioso san José, y encomendéme mucho a él. [...] No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso santo tengo experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra (que como tenía nombre de padre siendo ayo, le podía mandar), así en el Cielo hace cuanto le pide. [...] Paréceme, ha algunos años, que cada año en su día le pido una cosa y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más bien mío. [...] Sólo pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción. En especial personas de oración siempre le habían de ser aficionadas, que no sé cómo se puede pensar en la Reina de los Ángeles, en el tiempo que tanto pasó con el Niño Jesús, que no den gracias a san José por lo bien que les ayudó en ello. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso santo por maestro, y no errará en el camino.

Teresa de Ávila, Libro de la Vida, cap. 6, nn. 6-8.

El papa Pío IX lo proclamó el 8 de diciembre de 1870 patrono de la Iglesia universal.​ En 1889, el papa León XIII publicó la encíclica Quamquam pluries acerca de él, y el 15 de agosto de 1989, al cumplirse su centenario, el papa Juan Pablo II le dedicó la exhortación apostólica Redemptoris custos,​ que ha sido llamada "la carta magna de la teología de San José". ​En la festividad de San José de 2013, al comienzo de su papado, el papa Francisco refirió en su homilía los alcances de la custodia que en la Iglesia católica se atribuye a este santo; el 8 de diciembre de 2020 escribió la carta apostólica Patris corde con ocasión del 150 aniversario de la declaración por Pío IX de San José como patrono de la Iglesia Universal y con ese mismo motivo declaró un Año de San José, desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021.

José de Nazaret fue declarado patrono de la familia y es considerado el patrono de la buena muerte por suponer la tradición que habría muerto en brazos de Jesús y de María. Debido a su trabajo de carpintero fue declarado patrono del trabajo, especialmente de los obreros, por el papa Pío XII en 1955, que quiso así darle connotación cristiana al Día internacional de los trabajadores.​ La Iglesia católica lo ha declarado también protector contra la duda y el papa Benedicto XV lo declaró además patrono contra el comunismo y la relajación moral.

Se le considera patrono de la Asociazione Catoliche Laboratrice Italiana desde su fundación al igual que la Acción Católica Argentina.​ Ha sido proclamado patrono de América, China, Canadá, Corea, México, Austria, Bélgica, Bohemia, Croacia, Perú, Vietnam, Costa Rica, teniendo esta última, la única arquidiócesis del mundo dedicada al santo.