CHANTAJE EMOCIONAL: SIEMPRE SE NECESITAN DOS PARA EL CHANTAJE III
UNA MALA PALABRA QUE EMPIEZA CON "M": MIEDO
El chantajista emocional construye su estrategia consciente e inconscientemente en base a la información que nosotros le suministramos acerca de lo que nos causa miedo. Observan de qué cosas huimos y qué cosas nos ponen nerviosos, se fijan en cómo reaccionamos físicamente en respuesta a las cosas que sentimos. No es que tomen nota activamente y registren la información para utilizarla luego en contra de nosotros; todos absorbemos ese tipo de conocimientos sobre las personas que nos rodean. En el chantaje emocional. El miedo transforma también al chantajista.
De una manera simple, podemos decir que el miedo que siente el chantajista emocional de no obtener lo que desea se vuelve tan intenso, que lo único que atina a hacer es centrar su atención en el resultado deseado, lo cual le imposibilita apartar su mirada del objetivo y percibir de qué manera su forma de actuar nos afecta a nosotros.
En esta instancia, toda la información que han recogido sobre nosotros en el transcurso de la relación se convierte en su herramienta para cerrar un trato alimentado por el miedo de las dos partes involucradas, La condiciones que nos ponen están hechas a medida para nosotros:
si haces lo que te pido, yo no:... · Te abandonaré. · Te censuraré. Dejaré de amarte. · Te gritaré. · Te haré sufrir. · Me opondré a tu voluntad. · Te despediré.
UNA MALA PALABRA QUE EMPIEZA CON "M": MIEDO
El chantajista emocional construye su estrategia consciente e inconscientemente en base a la información que nosotros le suministramos acerca de lo que nos causa miedo. Observan de qué cosas huimos y qué cosas nos ponen nerviosos, se fijan en cómo reaccionamos físicamente en respuesta a las cosas que sentimos. No es que tomen nota activamente y registren la información para utilizarla luego en contra de nosotros; todos absorbemos ese tipo de conocimientos sobre las personas que nos rodean. En el chantaje emocional. El miedo transforma también al chantajista.
De una manera simple, podemos decir que el miedo que siente el chantajista emocional de no obtener lo que desea se vuelve tan intenso, que lo único que atina a hacer es centrar su atención en el resultado deseado, lo cual le imposibilita apartar su mirada del objetivo y percibir de qué manera su forma de actuar nos afecta a nosotros.
En esta instancia, toda la información que han recogido sobre nosotros en el transcurso de la relación se convierte en su herramienta para cerrar un trato alimentado por el miedo de las dos partes involucradas, La condiciones que nos ponen están hechas a medida para nosotros:
si haces lo que te pido, yo no:... · Te abandonaré. · Te censuraré. Dejaré de amarte. · Te gritaré. · Te haré sufrir. · Me opondré a tu voluntad. · Te despediré.