Patronazgo
Fue beatificado por el papa Paulo V el 19 de octubre de 1618 y canonizado por Alejandro VIII el 16 de octubre de 1690. Declarado patrono de todas las asociaciones y congresos eucarísticos por el papa León XIII el 28 de noviembre de 1897. Fue declarado patrono de la diócesis española de Segorbe-Castellón por el papa Juan XXIII el 12 de mayo de 1961. Es asimismo patrono de Villarreal, Torrehermosa, Pinos Puente, Alconchel de Ariza, Maranchón y otros lugares, y santo titular de muchos templos, parroquias y monasterios en el mundo entero siendo especialmente venerado en territorios de la antigua Corona de Aragón.
El rey de España Carlos II estableció en 1681 su patronato regio sobre la capilla de Villarreal donde reposaban los restos del santo.
El 17 de mayo de 1992, festividad de san Pascual Bailón y IV centenario de su muerte, el rey de España Juan Carlos I reinauguró la Real Capilla y presidió el traslado de los restos del santo a su nuevo sepulcro, obra del escultor Vicente Lloréns Poy. Estos restos son la parte que sobrevivió a las llamas tras el incendio de la basílica durante la Guerra Civil. Para proteger las cenizas del santo, ciudadanos de Villarreal fueron trasladando los restos a sus casas y algunos se quedaron pequeñas partes de las cenizas, que aún hoy no se han recuperado en su totalidad.
Fue beatificado por el papa Paulo V el 19 de octubre de 1618 y canonizado por Alejandro VIII el 16 de octubre de 1690. Declarado patrono de todas las asociaciones y congresos eucarísticos por el papa León XIII el 28 de noviembre de 1897. Fue declarado patrono de la diócesis española de Segorbe-Castellón por el papa Juan XXIII el 12 de mayo de 1961. Es asimismo patrono de Villarreal, Torrehermosa, Pinos Puente, Alconchel de Ariza, Maranchón y otros lugares, y santo titular de muchos templos, parroquias y monasterios en el mundo entero siendo especialmente venerado en territorios de la antigua Corona de Aragón.
El rey de España Carlos II estableció en 1681 su patronato regio sobre la capilla de Villarreal donde reposaban los restos del santo.
El 17 de mayo de 1992, festividad de san Pascual Bailón y IV centenario de su muerte, el rey de España Juan Carlos I reinauguró la Real Capilla y presidió el traslado de los restos del santo a su nuevo sepulcro, obra del escultor Vicente Lloréns Poy. Estos restos son la parte que sobrevivió a las llamas tras el incendio de la basílica durante la Guerra Civil. Para proteger las cenizas del santo, ciudadanos de Villarreal fueron trasladando los restos a sus casas y algunos se quedaron pequeñas partes de las cenizas, que aún hoy no se han recuperado en su totalidad.