Un problema prevenible y tratable
Los casos clínicos generados por fístula obstétrica han sido controlados en países de ingresos medios y altos de todo el mundo.
Sin embargo, se estima que más de dos millones de mujeres que habitan en África Subsahariana, Asia, región Árabe, América Latina y El Caribe padecen de esta lesión. Anualmente se contabilizan entre 50.000 y 100.000 casos nuevos.
Unido a esta circunstancia, en estos países se llevan a cabo matrimonios forzados de niñas y mujeres muy jóvenes, siendo ellas las que más suelen desarrollar este problema cuando dan a luz a su primer hijo.
Las campañas por la erradicación de la fístula obstétrica se centran en crear sistemas de salud que atiendan a las mujeres durante el embarazo y el parto, para prevenir la fístula.
Es importante retrasar la edad del primer embarazo ya que, por lo general, las mujeres muy jóvenes y en estado de desnutrición desarrollan fetos muy grandes y tienen mucha dificultad en expulsarlos, con partos muy prolongados que provocan la obstrucción y la fístula. Además, en muchos casos, el bebé nace sin signos vitales por falta de oxígeno y por el esfuerzo durante el parto.
Se requieren recursos económicos, así como el apoyo de los sistemas de salud públicos para apoyar a las mujeres con este tipo de lesión que, en la mayoría de los casos, se puede solucionar con una intervención quirúrgica.
Los casos clínicos generados por fístula obstétrica han sido controlados en países de ingresos medios y altos de todo el mundo.
Sin embargo, se estima que más de dos millones de mujeres que habitan en África Subsahariana, Asia, región Árabe, América Latina y El Caribe padecen de esta lesión. Anualmente se contabilizan entre 50.000 y 100.000 casos nuevos.
Unido a esta circunstancia, en estos países se llevan a cabo matrimonios forzados de niñas y mujeres muy jóvenes, siendo ellas las que más suelen desarrollar este problema cuando dan a luz a su primer hijo.
Las campañas por la erradicación de la fístula obstétrica se centran en crear sistemas de salud que atiendan a las mujeres durante el embarazo y el parto, para prevenir la fístula.
Es importante retrasar la edad del primer embarazo ya que, por lo general, las mujeres muy jóvenes y en estado de desnutrición desarrollan fetos muy grandes y tienen mucha dificultad en expulsarlos, con partos muy prolongados que provocan la obstrucción y la fístula. Además, en muchos casos, el bebé nace sin signos vitales por falta de oxígeno y por el esfuerzo durante el parto.
Se requieren recursos económicos, así como el apoyo de los sistemas de salud públicos para apoyar a las mujeres con este tipo de lesión que, en la mayoría de los casos, se puede solucionar con una intervención quirúrgica.