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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Esclerosis múltiple en la tercera edad...

Esclerosis múltiple en la tercera edad

Esta enfermedad generalmente se diagnostica en adultos jóvenes, pero también puede afectar a las personas mayores. En el caso de su aparición en la tercera edad, el médico tiene por delante un reto adicional, ya que los cambios propios de la enfermedad se pueden confundir con los asociados a la edad o con otros síntomas procedentes de diferentes afecciones médicas.

Los expertos de TK Home Solutions señalan que la comprensión y la paciencia son fundamentales a la hora de ayudar a un anciano con esclerosis múltiple. Existen diferentes maneras de prestarle apoyo:

Buscar información
Informarse sobre la esclerosis múltiple y comprender sus síntomas y los retos diarios a los que se enfrenta el paciente permitirá brindar un apoyo más empático.

Mantener la comunicación
Mantener una comunicación abierta y efectiva con el afectado, escuchando sus preocupaciones y necesidades, le permitirá sentirse más acompañado.

Apoyo emocional
La esclerosis múltiple puede generar estrés, ansiedad y depresión, por lo que es necesario prestar un apoyo emocional continuo. Si es necesario, se puede recomendar la asistencia a un psicólogo o grupo de ayuda.

Fomento de la autonomía
Conviene ayudar al paciente a que mantenga su independencia en la medida de lo posible, alentándole a realizar actividades con las que disfrute.

Ayuda con las tareas diarias
Si el anciano tiene dificultades para llevar a cabo tareas cotidianas, como la limpieza del hogar, la preparación de comidas o el cuidado personal, se le puede brindar ayuda directa o a través de personal especializado.

Vida saludable
Es necesario que el paciente lleve una dieta equilibrada y, en la medida de lo posible, haga un ejercicio adecuado a su condición física, siempre bajo supervisión médica.

Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions, comenta: Cada persona que sufre esclerosis múltiple presenta una evolución diferente. Si el paciente es anciano hay que brindarle apoyo cercano a lo largo de todo el proceso de su enfermedad, lo que puede incluir adaptaciones de su vivienda como la instalación de salvaescaleras para facilitar su movilidad y seguridad en el hogar.