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TEMAS DEL DIA EN EL ALMANAQUE
El Almanaque es un medio abierto a todas las opiniones. La opinión de los artículos es responsabilidad de sus autores
LÉXICO: MEDICINA - EDUCACIÓN - RELIGIÓN - DERECHO-POLÍTICA - AMOR Y SEXO - ECOLOGÍA
LÉXICO: ORIGEN DE LA PALABRA
SELECCIÓN
Seducir, separar, segregar nos dan idea clara de cuál es el valor del prefijo se: es llevar o poner aparte algo, es discriminar; una forma evolucionada del verbo discernir, cuyo adjetivo es discreto, y cuya origen es cerner, es decir cribar. Se trata en última instancia de separar. Eso le aporta el prefijo a selección. En fútbol lo entienden muy bien.
En cuanto a lección es efectivamente un término que tiene valor propio, que no es exclusivamente el que se le ha asignado en el entorno escolar. Recordemos tan sólo que entró en ese ámbito de la mano del latín (lectio) significando lectura, que ese era el método de aprendizaje por excelencia, la lectura, que ni siquiera hacía el alumno sino el profesor, en clase y para todos. Pero no es ese ni su único ni su principal significado. Lo vemos en predilección, dilección, elección, colección, intelección. Es evidente que en todos estos compuestos, el elemento lección no tiene nada que ver con la lectura ni con las lecciones.
El significado genuino de lego, légere, lexi, lectum es reunir, agrupar, recoger, juntar. Es que la lectura la entendieron los romanos como un esfuerzo especial de cohesión de los signos escritos para deducir de ellos dicciones. Basta ver lo mucho que les cuesta a los niños dar el salto del reconocimiento de los signos independientes, a la lectura de la palabra. Para algunos juntar las letras que se leen y se perciben sueltas para formar con ellas palabras, es un obstáculo que alarga y dificulta mucho el aprendizaje de la lectura. En eso debieron fijarse los romanos cuando eligieron este verbo para designar la acción de leer.
Quedamos pues en que légere / lectio es juntar, reunir; y selígere / selectio es juntar o reunir aparte, coger separando. Se entiende que elegido es lo que se ha separado del todo o de la multitud. Si uno selecciona cromos, pongamos por caso, es porque entiende que no le interesa quedarse con todos los disponibles y por eso establece criterios de selección. Las empresas que hacen selección de personal no van con la idea de desechar a algunos de los que se presenten, sino con la de elegir algunos entre la totalidad de los que se presenten a ese examen de selectividad.
¿Qué ocurre cuando la selección se hace en negativo, esto es, que en vez de seleccionar lo que uno quiere para quedárselo, selecciona lo que no quiere para desecharlo? Ocurre que ha subvertido los términos, porque no hace una auténtica selección: no pone aparte lo que quiere, sino que acepta la totalidad a priori, descartando de ella lo que por no formar parte de esa realidad total, se cae solo y se desgaja por sí mismo. Es quitar las ramas secas del árbol y las hojas ajadas de la col o de la lechuga. A esta operación los romanos le dieron otro nombre, derivado del verbo putare que derivó a podar. De aquí sacaron las disputationes, las reputationes, las imputationes y las computationes.
Y en eso estamos: cuando una selección se hace atendiendo al número que se quiere alcanzar, y no a la calidad deseable, deja de hacerse selección para pasar directamente a la masificación deseada. Esa es nuestra selectividad.
Buscador temático del Almanaque - EL ALMANAQUE dedica sus afanes a poner a tu alcance UNA PALABRA CADA DÍA. Por Mariano Arnal
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LÉXICO: ORIGEN DE LA PALABRA
SELECCIÓN
Seducir, separar, segregar nos dan idea clara de cuál es el valor del prefijo se: es llevar o poner aparte algo, es discriminar; una forma evolucionada del verbo discernir, cuyo adjetivo es discreto, y cuya origen es cerner, es decir cribar. Se trata en última instancia de separar. Eso le aporta el prefijo a selección. En fútbol lo entienden muy bien.
En cuanto a lección es efectivamente un término que tiene valor propio, que no es exclusivamente el que se le ha asignado en el entorno escolar. Recordemos tan sólo que entró en ese ámbito de la mano del latín (lectio) significando lectura, que ese era el método de aprendizaje por excelencia, la lectura, que ni siquiera hacía el alumno sino el profesor, en clase y para todos. Pero no es ese ni su único ni su principal significado. Lo vemos en predilección, dilección, elección, colección, intelección. Es evidente que en todos estos compuestos, el elemento lección no tiene nada que ver con la lectura ni con las lecciones.
El significado genuino de lego, légere, lexi, lectum es reunir, agrupar, recoger, juntar. Es que la lectura la entendieron los romanos como un esfuerzo especial de cohesión de los signos escritos para deducir de ellos dicciones. Basta ver lo mucho que les cuesta a los niños dar el salto del reconocimiento de los signos independientes, a la lectura de la palabra. Para algunos juntar las letras que se leen y se perciben sueltas para formar con ellas palabras, es un obstáculo que alarga y dificulta mucho el aprendizaje de la lectura. En eso debieron fijarse los romanos cuando eligieron este verbo para designar la acción de leer.
Quedamos pues en que légere / lectio es juntar, reunir; y selígere / selectio es juntar o reunir aparte, coger separando. Se entiende que elegido es lo que se ha separado del todo o de la multitud. Si uno selecciona cromos, pongamos por caso, es porque entiende que no le interesa quedarse con todos los disponibles y por eso establece criterios de selección. Las empresas que hacen selección de personal no van con la idea de desechar a algunos de los que se presenten, sino con la de elegir algunos entre la totalidad de los que se presenten a ese examen de selectividad.
¿Qué ocurre cuando la selección se hace en negativo, esto es, que en vez de seleccionar lo que uno quiere para quedárselo, selecciona lo que no quiere para desecharlo? Ocurre que ha subvertido los términos, porque no hace una auténtica selección: no pone aparte lo que quiere, sino que acepta la totalidad a priori, descartando de ella lo que por no formar parte de esa realidad total, se cae solo y se desgaja por sí mismo. Es quitar las ramas secas del árbol y las hojas ajadas de la col o de la lechuga. A esta operación los romanos le dieron otro nombre, derivado del verbo putare que derivó a podar. De aquí sacaron las disputationes, las reputationes, las imputationes y las computationes.
Y en eso estamos: cuando una selección se hace atendiendo al número que se quiere alcanzar, y no a la calidad deseable, deja de hacerse selección para pasar directamente a la masificación deseada. Esa es nuestra selectividad.
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