Contexto
El siglo XIV en Italia (y en toda Europa) fue una crisis continua: a las grandes hambrunas de los primeros años siguieron las epidemias de peste que diezmaron la población, las revueltas populares y el aumento de la delincuencia; las luchas entre güelfos y gibelinos y las ansias expansionistas de los Visconti tenían a la multitud de ciudades-estado del norte italiano en estado constante de guerra, mientras los otomanos amenazaban por el este, la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra se extendía por el oeste y los berberiscos pirateaban en el Mediterráneo.
En el plano religioso Gregorio XI movía su corte de Aviñón a Roma en 1377 en medio de otra guerra, y al año siguiente su sucesor Urbano VI tenía que enfrentar la división de la cristiandad con la elección de Clemente VII en el llamado Cisma de Occidente.
El siglo XIV en Italia (y en toda Europa) fue una crisis continua: a las grandes hambrunas de los primeros años siguieron las epidemias de peste que diezmaron la población, las revueltas populares y el aumento de la delincuencia; las luchas entre güelfos y gibelinos y las ansias expansionistas de los Visconti tenían a la multitud de ciudades-estado del norte italiano en estado constante de guerra, mientras los otomanos amenazaban por el este, la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra se extendía por el oeste y los berberiscos pirateaban en el Mediterráneo.
En el plano religioso Gregorio XI movía su corte de Aviñón a Roma en 1377 en medio de otra guerra, y al año siguiente su sucesor Urbano VI tenía que enfrentar la división de la cristiandad con la elección de Clemente VII en el llamado Cisma de Occidente.