Por ello, los expertos de DosFarma han elaborado una guía con todo lo que tenemos que saber este verano antes de exponernos al sol en playas y piscinas:
1. Tipos de radiaciones solares: UVB, UVA, infrarrojos y luz visible
Lo primero que tenemos que saber es que el sol emite diferentes tipos de radiaciones, entre las que destacan los rayos solares llamados UVA y UVB (conocidos comúnmente como rayos ultravioleta), los rayos infrarrojos y la luz visible.
Los rayos UVB
Son aquellos que inciden directamente en nuestra epidermis, la capa más superficial de la piel. Aunque son los de mayor energía, penetran poco en la piel y son los responsables de que se active la melanina y nos bronceemos, pero también son los causantes del enrojecimiento, las quemaduras, así como de posibles alergias e incluso cáncer de piel.
Los rayos UVA
Son los que penetran en las partes más profundas de la piel y el efecto que nos provocan es más a largo plazo, además de envejecimiento y la aparición de manchas son los responsables de las arrugas.
Los rayos infrarrojos
Representan el 40 % de las radiaciones que nos llegan del sol (por un 7 % de los ultravioleta) y son los que llegan al nivel más profundo de la piel, provocando el aceleramiento del envejecimiento cutáneo, además de la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel. También son los causantes de la deshidratación y con ella las temidas insolaciones o golpes de calor.
La luz visible
Es la que penetra en las capas más profundas de la piel y responsable de que aumente el contenido de melanina lo que produce hiperpigmentación y estrés oxidativo, ocasionando manchas y el envejecimiento prematuro de la piel.
Una vez visto esto, está claro que es conveniente asegurarse de que el fotoprotector que vayamos a utilizar sea de alto espectro y que nos proteja frente a todos los tipos de radiaciones solares, ya sean rayos ultravioleta (UBV y UVA), rayos infrarrojos y luz visible. Una manera muy sencilla de asegurarnos en ver que en el envase las letras UVA Y UVB están rodeadas con un círculo. ¡Estos son los de mayor protección!
1. Tipos de radiaciones solares: UVB, UVA, infrarrojos y luz visible
Lo primero que tenemos que saber es que el sol emite diferentes tipos de radiaciones, entre las que destacan los rayos solares llamados UVA y UVB (conocidos comúnmente como rayos ultravioleta), los rayos infrarrojos y la luz visible.
Los rayos UVB
Son aquellos que inciden directamente en nuestra epidermis, la capa más superficial de la piel. Aunque son los de mayor energía, penetran poco en la piel y son los responsables de que se active la melanina y nos bronceemos, pero también son los causantes del enrojecimiento, las quemaduras, así como de posibles alergias e incluso cáncer de piel.
Los rayos UVA
Son los que penetran en las partes más profundas de la piel y el efecto que nos provocan es más a largo plazo, además de envejecimiento y la aparición de manchas son los responsables de las arrugas.
Los rayos infrarrojos
Representan el 40 % de las radiaciones que nos llegan del sol (por un 7 % de los ultravioleta) y son los que llegan al nivel más profundo de la piel, provocando el aceleramiento del envejecimiento cutáneo, además de la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel. También son los causantes de la deshidratación y con ella las temidas insolaciones o golpes de calor.
La luz visible
Es la que penetra en las capas más profundas de la piel y responsable de que aumente el contenido de melanina lo que produce hiperpigmentación y estrés oxidativo, ocasionando manchas y el envejecimiento prematuro de la piel.
Una vez visto esto, está claro que es conveniente asegurarse de que el fotoprotector que vayamos a utilizar sea de alto espectro y que nos proteja frente a todos los tipos de radiaciones solares, ya sean rayos ultravioleta (UBV y UVA), rayos infrarrojos y luz visible. Una manera muy sencilla de asegurarnos en ver que en el envase las letras UVA Y UVB están rodeadas con un círculo. ¡Estos son los de mayor protección!