![Ruta nº 7. a. El Canto de El Gallego](/fotos_reducidas/6/3/9/01408639.jpg)
Al Shaymaa J. Kwegyir y su aleccionadora historia de vida
Al Shaymaa J. Kwegyir es una importante integrante del parlamento de Tanzania, quién ha denunciado de forma valiente como en su país de origen el albinismo es considerado como un terrible mal, que condena y discrimina a todas las personas que lo padecen y que incluso puede causarles la muerte, producto de la ignorancia y el fanatismo religioso.
Para la población de Tanzania, el albinismo es una maldición o especie de hechizo. Esta conocida líder habla de su experiencia, manifestando que creció en un hogar donde tres de sus hermanos nacieron con esta condición, pero que durante su niñez no sufrió de discriminación dentro de su núcleo familiar.
Sin embargo, la realidad de la mayoría de la población albina de este país es otra, ya que ocurren terribles casos como el abandono de los niños en el momento de nacer, asesinatos y lo más terrible de todo, es que sus cuerpos son utilizados para prácticas satánicas y de brujería.
Por otro lado, muchos albinos no tienen derecho a recibir educación, servicios sanitarios ni tampoco oportunidad en el campo laboral, lo cual incide de manera negativa en su calidad de vida.
Gracias al apoyo de su familia, la suerte de Al Shaymaa J. Kwegyir fue otra, ya que pudo estudiar y culminar una carrera. Desde muy joven se ha dedicado a defender los derechos de la comunidad albina y hoy en día es miembro del parlamento, cargo que le fue otorgado por el presidente de Tanzania.
Al Shaymaa J. Kwegyir es una importante integrante del parlamento de Tanzania, quién ha denunciado de forma valiente como en su país de origen el albinismo es considerado como un terrible mal, que condena y discrimina a todas las personas que lo padecen y que incluso puede causarles la muerte, producto de la ignorancia y el fanatismo religioso.
Para la población de Tanzania, el albinismo es una maldición o especie de hechizo. Esta conocida líder habla de su experiencia, manifestando que creció en un hogar donde tres de sus hermanos nacieron con esta condición, pero que durante su niñez no sufrió de discriminación dentro de su núcleo familiar.
Sin embargo, la realidad de la mayoría de la población albina de este país es otra, ya que ocurren terribles casos como el abandono de los niños en el momento de nacer, asesinatos y lo más terrible de todo, es que sus cuerpos son utilizados para prácticas satánicas y de brujería.
Por otro lado, muchos albinos no tienen derecho a recibir educación, servicios sanitarios ni tampoco oportunidad en el campo laboral, lo cual incide de manera negativa en su calidad de vida.
Gracias al apoyo de su familia, la suerte de Al Shaymaa J. Kwegyir fue otra, ya que pudo estudiar y culminar una carrera. Desde muy joven se ha dedicado a defender los derechos de la comunidad albina y hoy en día es miembro del parlamento, cargo que le fue otorgado por el presidente de Tanzania.