ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: «Arca del Testamento» y últimas predicaciones...

«Arca del Testamento» y últimas predicaciones

En la curia papal, Antonio suscitó en los cardenales y en el papa Gregorio IX tal admiración por su predicación que el pontífice «llegó a llamarlo, con epíteto muy propio, "Arca del Testamento"» (Assidua 10, 2). Sus mensajes desafiaban los vicios sociales de su tiempo, en forma especial la avaricia y la práctica de la usura.​ En la Assidua se señala este período —en particular la predicación cuaresmal de 1231— como uno de los más notables de su vida. Esas últimas predicaciones tuvieron un éxito popular destacado.​ Aquejado por continuas enfermedades, perseveraba en la enseñanza y en la escucha de confesiones hasta la puesta del sol, a menudo en ayunas. La multitud de gente que acudía desde las ciudades y pueblos a escuchar las predicaciones diarias le obligó a abandonar las iglesias como recintos de prédica para hacerlo al aire libre.

Antonio enfermó de hidropesía y, después de la Pascua de 1231, se retiró a la localidad de Camposampiero, con otros dos frailes para descansar y orar. Allí, Antonio vivió en una celda construida por él mismo bajo las ramas de un nogal. Poco después, decidió retornar a Padua. Ya en las proximidades, se detuvo en el convento de las clarisas pobres en Arcella, donde murió prematuramente el 13 de junio de 1231, a la edad aproximada de 35 o 36 años.