EL ALMANAQUE somete hoy a examen la palabra transfusión
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LAS CLAVES LÉXICAS: ORIGEN DE LA PALABRA
LAS COSAS Y SUS NOMBRES: TRANSFUSIÓN
Si queremos hacernos con el auténtico significado de esta palabra, hemos de analizarla con todo detenimiento: tiene mucho trasfondo. Su raíz es fundo, fúndere, fudi, fusum, cuyo significado se desarrolla también en los compuestos effundo, effúndere; infundo, infúndere; confundo, confúndere; difundo, difúndere; perfundo, perfúndere; transfundo, transfúndere. Los sustantivos derivados de esos verbos son fusión, efusión, infusión, confusión, difusión (nos falta “perfusión”) y transfusión.
Para centrarnos, hemos de ir al primitivo fúndere: su significado genuino, derramar, verter, lanzar, arrojar. Si se trata de sangre, los romanos decían sánguinem fúndere: “parumne fusum est latini sánguinis"” ¿Acaso se ha derramado poca sangre latina" Se trata del derramamiento de sangre, en efecto. A partir de aquí el verbo se desarrolla en todas las posibles formas de verter o verterse: una de ellas, esparcirse, desparramarse: sanguis in corpóribus fusus, es para Cicerón la sangre esparcida por los cuerpos. Obsérvese que únicamente el contexto en que esa expresión se use, nos podrá decir si se trata de sangre derramada y esparcida, o de la sangre que circula por el cuerpo a través de las venas y las arterias.
Otro de los significados, que en el fondo es el mismo, es el referido a la fundición o fusión de los metales: un metal que se funde, se derrama. Y luego siguen una serie de aplicaciones metafóricas del verbo: fúndere hostes, fúndere lumen, fúndere voces... será desparramar a los enemigos, esparcir la luz, difundir las voces...
Si repasamos los compuestos, vemos que en ellos se mantiene con fuerza el significado del verbo simple, hasta el extremo de que prácticamente todos ellos son susceptibles de ser usados como simples sinónimos de fúndere.
Así, infundo, infúndere, que traducimos (de hecho, simplemente transcribimos) como infundir, vuelve a ser verter o derramar, con la especificación de dónde se vierte o derrama: vinum infúndere retículo aut cribro (= verter el vino en una retícula o en una criba), dice Séneca hablando de los trasiegos del vino; infúndere succum áuribus = inyectar (derramar dentro de) los oídos un jugo, o clýstere áliquid infúndere (inyectar algo con una jeringa), dice Plinio.
Y pasamos luego a los significados anímicos de infundir: Veni, creator Spíritus, infunde amorem córdibus (ven, Espíritu creador, infunde el amor en los corazones), dice el himno con que antaño se invocaba al Espíritu Santo en el inicio de los cursos académicos y de las reuniones en que se tomaban acuerdos importantes. Infúndere ánimas terrae, verter almas vivientes (animales) en la tierra; así es como ve Ovidio la creación de la fauna.
Si pasamos a effúndere (de ex = fuera, más fúndere), seguimos en la línea de derramar y verter, pero explicitando que es “fuera”: effúndere lácrimas es derramar lágrimas: Pero se desarrolla especialmente este verbo en los significados de desparramar, dilapidar, echar a perder, perder.
Son especialmente llamativas las expresiones effúndere ánimam (Virgilio), effúndere extremum spíritum (Cicerón) y effúndere vitam (Ovidio) para referirse a la muerte; literalmente, echar fuera el alma, arrojar el último aliento, y expeler la vida. Y efusivo es el que se desparrama fuera de sí mismo. Llegados a transfúndere tenemos el significado explícito de trasvasar, trasegar.
Hay que hacer notar que precisamente para referirse a la circulación de la sangre se usa este verbo en forma pasiva, con valor pronominal (lo más parecido a la voz media del griego), con el significado literal de “desparramarse a través de”. Cuando Celso dice: sanguis in eas venas transfúnditur, hay que traducir “la sangre se esparce, circula a través de esas venas”, no “es trasfundida”, porque en aquel momento nadie había pensado todavía en transfusiones de sangre.
En cambio, cuando Séneca dice: ánima in aliud corpus transfúnditur está usando el verbo con valor pasivo, y explica efectivamente que "el alma es trasvasada a otro cuerpo. El sustantivo transfusio, transfusionis lo usaban los romanos para referirse a cualquier trasvase, trasiego o transfusión, pero no de sangre, pues no conocían este concepto ni esta práctica. Pero es tal la importancia cultural de las transfusiones de sangre, que han monopolizado la palabra y el concepto de transfusión.
Buscador temático del Almanaque - EL ALMANAQUE dedica sus afanes a poner a tu alcance UNA PALABRA CADA DÍA. Por Mariano Arnal
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LAS CLAVES LÉXICAS: ORIGEN DE LA PALABRA
LAS COSAS Y SUS NOMBRES: TRANSFUSIÓN
Si queremos hacernos con el auténtico significado de esta palabra, hemos de analizarla con todo detenimiento: tiene mucho trasfondo. Su raíz es fundo, fúndere, fudi, fusum, cuyo significado se desarrolla también en los compuestos effundo, effúndere; infundo, infúndere; confundo, confúndere; difundo, difúndere; perfundo, perfúndere; transfundo, transfúndere. Los sustantivos derivados de esos verbos son fusión, efusión, infusión, confusión, difusión (nos falta “perfusión”) y transfusión.
Para centrarnos, hemos de ir al primitivo fúndere: su significado genuino, derramar, verter, lanzar, arrojar. Si se trata de sangre, los romanos decían sánguinem fúndere: “parumne fusum est latini sánguinis"” ¿Acaso se ha derramado poca sangre latina" Se trata del derramamiento de sangre, en efecto. A partir de aquí el verbo se desarrolla en todas las posibles formas de verter o verterse: una de ellas, esparcirse, desparramarse: sanguis in corpóribus fusus, es para Cicerón la sangre esparcida por los cuerpos. Obsérvese que únicamente el contexto en que esa expresión se use, nos podrá decir si se trata de sangre derramada y esparcida, o de la sangre que circula por el cuerpo a través de las venas y las arterias.
Otro de los significados, que en el fondo es el mismo, es el referido a la fundición o fusión de los metales: un metal que se funde, se derrama. Y luego siguen una serie de aplicaciones metafóricas del verbo: fúndere hostes, fúndere lumen, fúndere voces... será desparramar a los enemigos, esparcir la luz, difundir las voces...
Si repasamos los compuestos, vemos que en ellos se mantiene con fuerza el significado del verbo simple, hasta el extremo de que prácticamente todos ellos son susceptibles de ser usados como simples sinónimos de fúndere.
Así, infundo, infúndere, que traducimos (de hecho, simplemente transcribimos) como infundir, vuelve a ser verter o derramar, con la especificación de dónde se vierte o derrama: vinum infúndere retículo aut cribro (= verter el vino en una retícula o en una criba), dice Séneca hablando de los trasiegos del vino; infúndere succum áuribus = inyectar (derramar dentro de) los oídos un jugo, o clýstere áliquid infúndere (inyectar algo con una jeringa), dice Plinio.
Y pasamos luego a los significados anímicos de infundir: Veni, creator Spíritus, infunde amorem córdibus (ven, Espíritu creador, infunde el amor en los corazones), dice el himno con que antaño se invocaba al Espíritu Santo en el inicio de los cursos académicos y de las reuniones en que se tomaban acuerdos importantes. Infúndere ánimas terrae, verter almas vivientes (animales) en la tierra; así es como ve Ovidio la creación de la fauna.
Si pasamos a effúndere (de ex = fuera, más fúndere), seguimos en la línea de derramar y verter, pero explicitando que es “fuera”: effúndere lácrimas es derramar lágrimas: Pero se desarrolla especialmente este verbo en los significados de desparramar, dilapidar, echar a perder, perder.
Son especialmente llamativas las expresiones effúndere ánimam (Virgilio), effúndere extremum spíritum (Cicerón) y effúndere vitam (Ovidio) para referirse a la muerte; literalmente, echar fuera el alma, arrojar el último aliento, y expeler la vida. Y efusivo es el que se desparrama fuera de sí mismo. Llegados a transfúndere tenemos el significado explícito de trasvasar, trasegar.
Hay que hacer notar que precisamente para referirse a la circulación de la sangre se usa este verbo en forma pasiva, con valor pronominal (lo más parecido a la voz media del griego), con el significado literal de “desparramarse a través de”. Cuando Celso dice: sanguis in eas venas transfúnditur, hay que traducir “la sangre se esparce, circula a través de esas venas”, no “es trasfundida”, porque en aquel momento nadie había pensado todavía en transfusiones de sangre.
En cambio, cuando Séneca dice: ánima in aliud corpus transfúnditur está usando el verbo con valor pasivo, y explica efectivamente que "el alma es trasvasada a otro cuerpo. El sustantivo transfusio, transfusionis lo usaban los romanos para referirse a cualquier trasvase, trasiego o transfusión, pero no de sangre, pues no conocían este concepto ni esta práctica. Pero es tal la importancia cultural de las transfusiones de sangre, que han monopolizado la palabra y el concepto de transfusión.
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