ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: - EL ALMANAQUE DEL HUMOR -...

- EL ALMANAQUE DEL HUMOR -

Una chispa de humor cada día para alegrarte el ánimo

Los insultos forman parte indivisible de un idioma. Aprenderlos es tan importante como dominar expresiones, coloquialismos, refranes y demás vocabulario

Vamos entonces con la breve y amena lección de italiano coloquial. Muy coloquial. La lección de hoy versará sobre aquellas palabras de uso cotidiano que facilitan la comunicación con los simpáticos ciudadanos: Sustantivos despectivos.

Lo más común y banal que aprende un niño es decir cosas tales como stupido, cretino, imbecille, etcétera. Son los insultos más sencillos y los menos inofensivos. El paso siguiente es una palabra de significado obscuro, stronzo (que no hay que confundir con el elemento químico, el stronzio); un stronzo equivale a un excremento, o en palabras menos cultas, una albóndiga marrón de procedencia humana, vamos. Esta interjección puede usarse sola o mediante la construcción Sei uno stronzo, que queda muy firme. Una variante más prosaica es pezzo di merda o sacco di merda (o cacca, pero queda infantil).

Subiendo de peldaño, la referencia a la familia biológica es obligada. Cuestionar, de hecho, la maternidad del sujeto a insultar, es común y goza de gran popularidad. Figlio di Puttana satisface tal necesidad verbal. El epíteto zoccola (junto a bagascia, que es más culto) también puede aplicarse, generalmente a la madre misma del sujeto, o a una mujer de la cual cuestionamos la integridad moral. En la zona de Roma y alrededores se prefiere la locución fiyo della gran mignotta. Por lo que se refiere al órgano sexual femenino, al cual hace referencia la voz castellana concha o zorra, en italiano puede emplearse fica o figa, pero no suele usarse como interjección insultante.

En lugar de pij.. o verg.., pues, el italiano apela al órgano sexual masculino mediante cazzo, que también viene a tener el mismo significado de ¡joder!. Para insultar un tercero, se usa testa di cazzo. También podemos enviar a la otra persona a ceder su trasero para prácticas de sodomía mediante vaffanculo, vai a farti dare nel culo o la versión milanesa, vai a da vía i ciap. Volviendo al órgano reproductor masculino, se puede usar también para definir un acto fallido, una cagad... que nos mandamos y/o se mandaron; en esta eventualidad, usamos cazzata, o la frase hai fatto una cazzata (o una stronzata si se prefiere el coprolito).

Las gónadas masculinas, los testículos, también son mencionados en la rica tradición de insultos italianos. "Estar hasta las pelotas" se traduce como ne ho le palle piene, o ne ho per le palle. También puede decirse mi girano i coglioni. Si la causa de las molestias es un tercero al cual queremos comunicar nuestro malestar, es decir, que no me rompas los hue... se le diría non mi rompere i coglioni, o se le definiría directamente como scassapalle o rompicoglioni. La persona en exceso servicial, por otro lado, tiene varios apodos: ciucciacazzi (donde ciuccia es "chupa" - descifre el significado entero el lector), leccaculo (donde lecca es "lame") o leccapalle.

Otro dato, los de Italia norte solían llamar a los del sur "torrone di merda". que podríamos traducir como "turrón de mier...", mientras que estos se defendían diciéndoles "polentoni fascisti" que sería algo así como "polentosos fascistas". Y es así que mi vieja es tana del norte y mi viejo del sur por lo que yo seria un "turrón de polenta de mierda fascista"

Finalmente, para concluir esta alegre clase de italiano, terminamos con un adjetivo que puede atribuirse a objetos de calidad ínfima, faltos en belleza y gracia, o sencillamente repugnantes: cesso. Significa "letrina".