DÍA INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES TROPICALES 26 de Junio
La mayor parte de la biodiversidad terrestre se encuentra en los bosques del mundo, desde los bosques boreales del extremo norte hasta las pluviselvas tropicales. En conjunto, contienen más de 60.000 especies arbóreas diferentes, que proporcionan hábitats para el 80% de las especies de anfibios, el 75% de las especies de aves y el 68% de las especies de mamíferos. Alrededor del 60% de todas las plantas vasculares (aquellas con hojas tallos y raíces, formados por vasos conductores por los cuales circula el látex o la savia) se encuentran en los bosques tropicales.
Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre mundial, pero no están distribuidos de manera uniforme en el planeta. Casi la mitad de la superficie forestal, se mantiene relativamente intacta y más de una tercera parte, está constituida por bosques primarios.
El Ecuador, con alrededor de 249.000 km² que equivale apenas al 0,02% de la superficie terrestre del planeta, excluyendo la superficie marina, es el más pequeño de los 17 países megadiversos del mundo. Sin embargo, los bosques húmedos tropicales ocupan una importante extensión en la región Costa y Amazonía ecuatoriana.
En el país, se han documentado la existencia de aproximadamente 17.934 de plantas vasculares -principales componentes de la vegetación terrestre del mundo- (1.422 pteridofitas como los helechos; 18 gimnospermas, plantas con semillas, pero sin flores como los pinos, Podocarpus y otras coníferas y 16.308 angiospermas, todas aquellas plantas con flores).
Un estudio desarrollado por taxónomos y ecólogos, determinó que en la amazonía ecuatoriana existen 2.296 especies de árboles registradas. El bosque siempre verde de tierras bajas de la Amazonía, estrato boscoso presente en las 6 provincias amazónicas del Ecuador, se lo encuentra por debajo de los 700 m s. n. m y sobre los 400 m s. n. m, altamente heterogéneo y con árboles que alcanzan los 30 metros de altura y en algunos casos superan los 40 m, y con precipitaciones superiores a los 2.000 mm.
Sumado a esto, debido a su posición geográfica dentro del planeta, la luz solar impacta de forma perpendicular la mayor parte del tiempo, provocando un alto índice de radiación que aumenta las temperaturas a una media de entre los 16 y los 26 °C, llegando hasta los 35 °C en las temporadas más cálidas. Este calor, produce que el agua de las lluvias y de las fuentes hídricas cercanas esté en constante evaporación, lo cual crea un ambiente con mucha humedad. Todas estas características hacen del bosque amazónico, el ecosistema con la mayor biodiversidad del planeta.
Los ecosistemas forestales desempeñan una función importante en la mitigación del cambio climático, al actuar como sumideros que absorben el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y almacenan el carbono en la biomasa y los suelos. No obstante, la deforestación es la segunda causa más importante del cambio climático después de la quema de combustibles fósiles, y representa casi el 20% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero; más que todo el sector del transporte a nivel mundial.
El Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible (PROAmazonía), implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ejecutan actividades que ayudan a disminuir la presión en los bosques, promoviendo el manejo sostenible de los recursos naturales.
En este aspecto PROAmazonía trabaja en el fortalecimiento de la gobernanza forestal, a través de la conservación, restauración, manejo forestal sostenible, trazabilidad y certificación forestal. Así mismo, con el apoyo técnico de la FAO, continua con las actividades de la segunda Evaluación Nacional Forestal (II ENF) con el objetivo de proveer información confiable sobre el estado de los recursos forestales del país, para la toma de decisiones para su ordenamiento, manejo y administración.
Este proceso proporcionará insumos para realizar un diagnóstico y una planificación adecuada del estado de los bosques, su biodiversidad y sus contribuciones al fortalecimiento de los medios de vida de la población; y permitirá al país cumplir con los requerimientos de medición, reporte, y verificación (MRV) del Plan de Acción REDD+ y los compromisos internacionales asumidos.
La preservación de los bosques tropicales contribuye a la regulación del clima, la conservación de la abundante biodiversidad que habita en estas zonas, y a la generación del sustento de las comunidades que vive en estos ecosistemas.
El Día Internacional de la Preservación de Bosques Tropicales, fue establecido en 1999 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de Conservación (WWF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura la (UNESCO), con el objetivo de fomentar acciones sostenibles y armónicas con el ambiente mediante el manejo adecuado de los bosques.
La mayor parte de la biodiversidad terrestre se encuentra en los bosques del mundo, desde los bosques boreales del extremo norte hasta las pluviselvas tropicales. En conjunto, contienen más de 60.000 especies arbóreas diferentes, que proporcionan hábitats para el 80% de las especies de anfibios, el 75% de las especies de aves y el 68% de las especies de mamíferos. Alrededor del 60% de todas las plantas vasculares (aquellas con hojas tallos y raíces, formados por vasos conductores por los cuales circula el látex o la savia) se encuentran en los bosques tropicales.
Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre mundial, pero no están distribuidos de manera uniforme en el planeta. Casi la mitad de la superficie forestal, se mantiene relativamente intacta y más de una tercera parte, está constituida por bosques primarios.
El Ecuador, con alrededor de 249.000 km² que equivale apenas al 0,02% de la superficie terrestre del planeta, excluyendo la superficie marina, es el más pequeño de los 17 países megadiversos del mundo. Sin embargo, los bosques húmedos tropicales ocupan una importante extensión en la región Costa y Amazonía ecuatoriana.
En el país, se han documentado la existencia de aproximadamente 17.934 de plantas vasculares -principales componentes de la vegetación terrestre del mundo- (1.422 pteridofitas como los helechos; 18 gimnospermas, plantas con semillas, pero sin flores como los pinos, Podocarpus y otras coníferas y 16.308 angiospermas, todas aquellas plantas con flores).
Un estudio desarrollado por taxónomos y ecólogos, determinó que en la amazonía ecuatoriana existen 2.296 especies de árboles registradas. El bosque siempre verde de tierras bajas de la Amazonía, estrato boscoso presente en las 6 provincias amazónicas del Ecuador, se lo encuentra por debajo de los 700 m s. n. m y sobre los 400 m s. n. m, altamente heterogéneo y con árboles que alcanzan los 30 metros de altura y en algunos casos superan los 40 m, y con precipitaciones superiores a los 2.000 mm.
Sumado a esto, debido a su posición geográfica dentro del planeta, la luz solar impacta de forma perpendicular la mayor parte del tiempo, provocando un alto índice de radiación que aumenta las temperaturas a una media de entre los 16 y los 26 °C, llegando hasta los 35 °C en las temporadas más cálidas. Este calor, produce que el agua de las lluvias y de las fuentes hídricas cercanas esté en constante evaporación, lo cual crea un ambiente con mucha humedad. Todas estas características hacen del bosque amazónico, el ecosistema con la mayor biodiversidad del planeta.
Los ecosistemas forestales desempeñan una función importante en la mitigación del cambio climático, al actuar como sumideros que absorben el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y almacenan el carbono en la biomasa y los suelos. No obstante, la deforestación es la segunda causa más importante del cambio climático después de la quema de combustibles fósiles, y representa casi el 20% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero; más que todo el sector del transporte a nivel mundial.
El Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible (PROAmazonía), implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ejecutan actividades que ayudan a disminuir la presión en los bosques, promoviendo el manejo sostenible de los recursos naturales.
En este aspecto PROAmazonía trabaja en el fortalecimiento de la gobernanza forestal, a través de la conservación, restauración, manejo forestal sostenible, trazabilidad y certificación forestal. Así mismo, con el apoyo técnico de la FAO, continua con las actividades de la segunda Evaluación Nacional Forestal (II ENF) con el objetivo de proveer información confiable sobre el estado de los recursos forestales del país, para la toma de decisiones para su ordenamiento, manejo y administración.
Este proceso proporcionará insumos para realizar un diagnóstico y una planificación adecuada del estado de los bosques, su biodiversidad y sus contribuciones al fortalecimiento de los medios de vida de la población; y permitirá al país cumplir con los requerimientos de medición, reporte, y verificación (MRV) del Plan de Acción REDD+ y los compromisos internacionales asumidos.
La preservación de los bosques tropicales contribuye a la regulación del clima, la conservación de la abundante biodiversidad que habita en estas zonas, y a la generación del sustento de las comunidades que vive en estos ecosistemas.
El Día Internacional de la Preservación de Bosques Tropicales, fue establecido en 1999 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de Conservación (WWF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura la (UNESCO), con el objetivo de fomentar acciones sostenibles y armónicas con el ambiente mediante el manejo adecuado de los bosques.