Relación entre fe, teología y filosofía
Para Buenaventura, la teología y la filosofía son ciencias. La fe se diferencia de la ciencia en que, en la primera, la causa eficiente solamente es Dios, mientras que, en la segunda, hay una concurrencia entre Dios y la mente humana, que actúan ambas como causas eficientes. Por eso, mientras que la fe es certera, la ciencia es deficiente.
Las ciencias filosóficas se dividen en teóricas y prácticas, según su causa final sea conocer o actuar, respectivamente. La teología, sin embargo, no puede ser abordada desde una actitud puramente teórica ni meramente práctica, sino que se tiene que abrazar ambos aspectos en una unión que Buenaventura denomina sapiencial. Sí que, no obstante y mientras que Tomás de Aquino da un papel preferencial a conocer la verdad, Buenaventura da cierta primacía al bien. La teología, pues, busca el desarrollo moral de uno mismo y la transmisión de esa moralidad. Intenta convertir a los enemigos de fe, fortalecer a aquellos cuya fe es débil y deleitar a aquellos cuya fe es plena. La causa formal de una ciencia consiste en su método de proceder. Como la teología busca promover la fe, tiene que proceder por la técnica de la argumentación.
Finalmente, la causa material de una ciencia consiste en su objeto de estudio. Sin embargo, esto se dice de tres sentidos. La gramática, por ejemplo, tiene como objeto de estudio las letras, que consisten en su principio raíz, la oración adecuada y completa, que consiste en su todo integral, y el sonido articulado y ordenado que tenga un determinado significado, que consiste en su todo universal. La teología, entonces, estudia a Dios como principio raíz, a Cristo y a la Iglesia como todo integral y al objeto de creencia como todo universal. La teología tiene por objeto todas aquellas realidades y pensamientos acerca de los que se pueda tener fe religiosa.
Por esto, la teología se diferencia de las Escrituras, que ofrecen las verdades acerca de las que se puede tener fe y que son estudiadas por la teología, así como de la fe misma, que se predica de las verdades estudiadas por la teología.
Para Buenaventura, la teología y la filosofía son ciencias. La fe se diferencia de la ciencia en que, en la primera, la causa eficiente solamente es Dios, mientras que, en la segunda, hay una concurrencia entre Dios y la mente humana, que actúan ambas como causas eficientes. Por eso, mientras que la fe es certera, la ciencia es deficiente.
Las ciencias filosóficas se dividen en teóricas y prácticas, según su causa final sea conocer o actuar, respectivamente. La teología, sin embargo, no puede ser abordada desde una actitud puramente teórica ni meramente práctica, sino que se tiene que abrazar ambos aspectos en una unión que Buenaventura denomina sapiencial. Sí que, no obstante y mientras que Tomás de Aquino da un papel preferencial a conocer la verdad, Buenaventura da cierta primacía al bien. La teología, pues, busca el desarrollo moral de uno mismo y la transmisión de esa moralidad. Intenta convertir a los enemigos de fe, fortalecer a aquellos cuya fe es débil y deleitar a aquellos cuya fe es plena. La causa formal de una ciencia consiste en su método de proceder. Como la teología busca promover la fe, tiene que proceder por la técnica de la argumentación.
Finalmente, la causa material de una ciencia consiste en su objeto de estudio. Sin embargo, esto se dice de tres sentidos. La gramática, por ejemplo, tiene como objeto de estudio las letras, que consisten en su principio raíz, la oración adecuada y completa, que consiste en su todo integral, y el sonido articulado y ordenado que tenga un determinado significado, que consiste en su todo universal. La teología, entonces, estudia a Dios como principio raíz, a Cristo y a la Iglesia como todo integral y al objeto de creencia como todo universal. La teología tiene por objeto todas aquellas realidades y pensamientos acerca de los que se pueda tener fe religiosa.
Por esto, la teología se diferencia de las Escrituras, que ofrecen las verdades acerca de las que se puede tener fe y que son estudiadas por la teología, así como de la fe misma, que se predica de las verdades estudiadas por la teología.