Cómo proteger la piel tatuada en verano
Los cuidados no terminan con la cicatrización. El sol es uno de los grandes enemigos de los tatuajes, también de los que ya están curados. La exposición prolongada a la luz solar va atenuando los colores y destiñendo el dibujo, pues degrada las partículas de tinta. Incluso, muchos años después, la tinta puede provocar una inflamación que deforme el diseño. Los expertos de NIVEA explican los cuatro grandes consejos que cualquier persona con tatuajes debe tener en cuenta para protegerlos del sol del verano:
Usar protección solar
Siempre se debe utilizar protector solar, pero más aún quienes quieren conservar intactos el dibujo y el color de sus tatuajes intactos. Es muy importante aplicarlo abundantemente antes de la exposición a la luz. El roce de la ropa, el sudor y el agua van eliminando el protector, lo que obliga a reaplicarlo cada 2 horas, aproximadamente, o después de cada baño y tras secarse con la toalla.
Utilizar cremas y productos hidratantes
Para que el dibujo se vea bonito, la piel debe estar sana y tersa. De lo contrario, se irá deformando junto con la piel. Hay que nutrirla con productos hidratantes, y sobre todo en verano. Puede elegirse una crema hidratante o una loción after sun para hidratar y calmar después de la exposición al sol.
Beber agua con frecuencia
Una piel hidratada requiere mantener unos niveles adecuados de líquidos, es decir, beber agua suficiente. En verano perdemos gran cantidad de líquidos por la transpiración, así que hay que intensificar la ingesta de agua para mantener una piel hidratada, sana y firme.
Evitar el láser de depilación en áreas tatuadas
El tratamiento láser que se utiliza para eliminar el vello puede quemar la piel de las zonas tatuadas. Esos láseres se encargan de destruir los folículos pilosos, donde se encuentra el vello. Para conseguirlo, detectan la melanina, es decir, el pigmento oscuro que da color al vello. Sin embargo, el láser interpreta que los colores de un tatuaje son también melanina. Así, quema la piel creyendo que es el folículo piloso del vello. Además, el láser absorbe los colores y puede deformar el diseño. Así pues, lo más recomendable es hacer el tratamiento de depilación primero y el tatuaje después. O, si ya existe el dibujo, aplicar el láser solo en la zona de alrededor.
La doctora María Agustina Segurado, experta asesora de NIVEA ha comentado: "El verano es la época preferida para muchas personas porque el calor les permite lucir sus bonitos tatuajes. Sin embargo, no debemos olvidar que aunque la luz solar es un gran aliado para nuestra salud, también puede ser un enemigo que daña los dibujos y los colores. Un tatuaje reciente debe huir del sol durante las primeras semanas. Aunque pueda resultar un poco incómodo con el calor, es muy importante para asegurar la correcta curación de la herida. Una vez curado, el dibujo durará más tiempo intacto si la piel se mantiene sana y tersa, y para ello hace falta aportar una hidratación profunda. Por eso, en NIVEA siempre recomendamos que los productos nutritivos e hidratantes y el protector solar no falten nunca en la rutina de cuidado de la piel de una persona con tatuajes
Los cuidados no terminan con la cicatrización. El sol es uno de los grandes enemigos de los tatuajes, también de los que ya están curados. La exposición prolongada a la luz solar va atenuando los colores y destiñendo el dibujo, pues degrada las partículas de tinta. Incluso, muchos años después, la tinta puede provocar una inflamación que deforme el diseño. Los expertos de NIVEA explican los cuatro grandes consejos que cualquier persona con tatuajes debe tener en cuenta para protegerlos del sol del verano:
Usar protección solar
Siempre se debe utilizar protector solar, pero más aún quienes quieren conservar intactos el dibujo y el color de sus tatuajes intactos. Es muy importante aplicarlo abundantemente antes de la exposición a la luz. El roce de la ropa, el sudor y el agua van eliminando el protector, lo que obliga a reaplicarlo cada 2 horas, aproximadamente, o después de cada baño y tras secarse con la toalla.
Utilizar cremas y productos hidratantes
Para que el dibujo se vea bonito, la piel debe estar sana y tersa. De lo contrario, se irá deformando junto con la piel. Hay que nutrirla con productos hidratantes, y sobre todo en verano. Puede elegirse una crema hidratante o una loción after sun para hidratar y calmar después de la exposición al sol.
Beber agua con frecuencia
Una piel hidratada requiere mantener unos niveles adecuados de líquidos, es decir, beber agua suficiente. En verano perdemos gran cantidad de líquidos por la transpiración, así que hay que intensificar la ingesta de agua para mantener una piel hidratada, sana y firme.
Evitar el láser de depilación en áreas tatuadas
El tratamiento láser que se utiliza para eliminar el vello puede quemar la piel de las zonas tatuadas. Esos láseres se encargan de destruir los folículos pilosos, donde se encuentra el vello. Para conseguirlo, detectan la melanina, es decir, el pigmento oscuro que da color al vello. Sin embargo, el láser interpreta que los colores de un tatuaje son también melanina. Así, quema la piel creyendo que es el folículo piloso del vello. Además, el láser absorbe los colores y puede deformar el diseño. Así pues, lo más recomendable es hacer el tratamiento de depilación primero y el tatuaje después. O, si ya existe el dibujo, aplicar el láser solo en la zona de alrededor.
La doctora María Agustina Segurado, experta asesora de NIVEA ha comentado: "El verano es la época preferida para muchas personas porque el calor les permite lucir sus bonitos tatuajes. Sin embargo, no debemos olvidar que aunque la luz solar es un gran aliado para nuestra salud, también puede ser un enemigo que daña los dibujos y los colores. Un tatuaje reciente debe huir del sol durante las primeras semanas. Aunque pueda resultar un poco incómodo con el calor, es muy importante para asegurar la correcta curación de la herida. Una vez curado, el dibujo durará más tiempo intacto si la piel se mantiene sana y tersa, y para ello hace falta aportar una hidratación profunda. Por eso, en NIVEA siempre recomendamos que los productos nutritivos e hidratantes y el protector solar no falten nunca en la rutina de cuidado de la piel de una persona con tatuajes