Relatos bíblicos
Según la Biblia, en el siglo IXa. C., el Reino de Israel, una vez unido bajo Salomón, se había dividido en el Reino de Israel septentrional y el Reino de Judá meridional (que conservó la capital histórica de Jerusalén junto con su Templo). Omri, rey de Israel, continuó con políticas que databan del reinado de Jeroboam, contrarias a la ley religiosa, que pretendían reorientar el foco religioso lejos de Jerusalén fomentando la construcción de altares locales en los templos para los sacrificios, nombrando sacerdotes ajenos a la familia de los levitas, y permitiendo o fomentando templos dedicados a Baal, una deidad importante en la antigua religión cananea. Omri logró la seguridad interna con una alianza matrimonial entre su hijo Ahab y la princesa Jezabel, adoradora de Baal e hija del rey de Sidón en Fenicia. Estas soluciones trajeron seguridad y prosperidad económica a Israel durante un tiempo, pero no trajeron la paz con los profetas israelitas, que abogaban por una estricta interpretación deuteronómica de la ley religiosa.
Según la Biblia, en el siglo IXa. C., el Reino de Israel, una vez unido bajo Salomón, se había dividido en el Reino de Israel septentrional y el Reino de Judá meridional (que conservó la capital histórica de Jerusalén junto con su Templo). Omri, rey de Israel, continuó con políticas que databan del reinado de Jeroboam, contrarias a la ley religiosa, que pretendían reorientar el foco religioso lejos de Jerusalén fomentando la construcción de altares locales en los templos para los sacrificios, nombrando sacerdotes ajenos a la familia de los levitas, y permitiendo o fomentando templos dedicados a Baal, una deidad importante en la antigua religión cananea. Omri logró la seguridad interna con una alianza matrimonial entre su hijo Ahab y la princesa Jezabel, adoradora de Baal e hija del rey de Sidón en Fenicia. Estas soluciones trajeron seguridad y prosperidad económica a Israel durante un tiempo, pero no trajeron la paz con los profetas israelitas, que abogaban por una estricta interpretación deuteronómica de la ley religiosa.