Etimología
La etimología de la palabra gazpacho ayuda a entender un poco los orígenes y su evolución hasta llegar a ser el plato en forma de sopa que conocemos hoy en día. Azorín menciona en un artículo que «Sería curioso el escribir la historia de las aventuras de los gazpachos en los diccionarios». Para ello en el año 1611 se describía en el Tesoro de la lengua castellana o española, menciona que es:
Cierto género de migas que se hace con pan tostado y aceite y vinagre, y algunas otras cosas que se le mezclan, con que los polvorizan. Esta es comida de segadores y gente grosera, y ellos debieron poner nombre como se les antojó; pero digamos traer origen de la palabra toscana 'guazo' y 'guazato', que vale potage o guisado líquido con algunos pedazos de vianda cortados y guisados en él, y de guazo, gazpachos; o del verbo gazaz que vale succideere, excidere, por los pedazos en que se parten o desmenuzan el pan porque se remoje mejor.
Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, entrada: "Gazpacho"
La descripción de Sebastián de Covarrubias no deja claro el hecho culinario (es decir, su elaboración detallada) y es criticada por algunos autores que detectan contradicciones en el propio texto, y las etimologías propuestas a partir del italiano carecen de fundamento. La voz migas dentro del propio texto se define como «cierto guisado rústico de migas o pedazos de pan». Puede sorprender que la entrada del diccionario de Covarrubias use la voz gazpachos en plural, lo que solo se entiende referido a los trozos de pan que llevaba y aún lleva en el caso del gazpacho manchego. Lo confirma el Diccionario de autoridades publicado entre los años 1726 y 1739, y que fue el primer diccionario de la lengua castellana editado por la Real Academia Española, que sin referir si se trata de un plato caliente o frío, lo define como:
Cierto género de sopa o menestra, que se hace regularmente con pan hecho pedazos, aceite, vinagre y ajos y otros ingredientes conforme el gusto de cada uno. Es comida regular de segadores y gente rústica.
Diccionario de autoridades, RAE
Es la primera definición que incorpora el ajo en su receta. En 1954 propuso J. Corominas en el Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana un origen a partir del portugués caspacho que a su vez derivaría de la voz prerromana caspa, que significaría fragmento en el término derivado con un característico sufijo mozárabe -acho, aludiendo a que se hacía con cachos de pan; el sufijo -acho parece mozárabe y se extiende por la zona de Andalucía. Pero él mismo y J. A. Pascual reconocen en la edición de 1990 del Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico que el origen del término es incierto. Los primeros gazpachos que se conocen llevaban solamente pan, vinagre, aceite y con frecuencia ajo y a veces frutos secos molidos como puede ser la almendra (ajoblanco) en uno de los gazpachos más antiguos que se conocen. Algunas teorías acerca de la etimología presentan otras ideas pero sin ofrecer nunca una explicación de los cambios fonéticos ni semánticos experimentados, por ejemplo: en acadio el verbo kasâpu significa romper en trocitos para ser distribuidos. Solo recientemente se ha ofrecido una explicación convincente del término gazpacho tanto desde el punto de vista fonético como semántico a partir del latín caccabaceus, adjetivo derivado de caccabus ('caldero'), pues originariamente designaba un tipo de pan que se echaba en el caldero, y que debía de ser similar a las tortas de gazpacho de La Mancha. Tertuliano emplea el adjetivo caccabaceus referido al caldero hacia el año 200, y Zenón de Verona en el siglo IV llama así a un pan ácimo.
La etimología de la palabra gazpacho ayuda a entender un poco los orígenes y su evolución hasta llegar a ser el plato en forma de sopa que conocemos hoy en día. Azorín menciona en un artículo que «Sería curioso el escribir la historia de las aventuras de los gazpachos en los diccionarios». Para ello en el año 1611 se describía en el Tesoro de la lengua castellana o española, menciona que es:
Cierto género de migas que se hace con pan tostado y aceite y vinagre, y algunas otras cosas que se le mezclan, con que los polvorizan. Esta es comida de segadores y gente grosera, y ellos debieron poner nombre como se les antojó; pero digamos traer origen de la palabra toscana 'guazo' y 'guazato', que vale potage o guisado líquido con algunos pedazos de vianda cortados y guisados en él, y de guazo, gazpachos; o del verbo gazaz que vale succideere, excidere, por los pedazos en que se parten o desmenuzan el pan porque se remoje mejor.
Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, entrada: "Gazpacho"
La descripción de Sebastián de Covarrubias no deja claro el hecho culinario (es decir, su elaboración detallada) y es criticada por algunos autores que detectan contradicciones en el propio texto, y las etimologías propuestas a partir del italiano carecen de fundamento. La voz migas dentro del propio texto se define como «cierto guisado rústico de migas o pedazos de pan». Puede sorprender que la entrada del diccionario de Covarrubias use la voz gazpachos en plural, lo que solo se entiende referido a los trozos de pan que llevaba y aún lleva en el caso del gazpacho manchego. Lo confirma el Diccionario de autoridades publicado entre los años 1726 y 1739, y que fue el primer diccionario de la lengua castellana editado por la Real Academia Española, que sin referir si se trata de un plato caliente o frío, lo define como:
Cierto género de sopa o menestra, que se hace regularmente con pan hecho pedazos, aceite, vinagre y ajos y otros ingredientes conforme el gusto de cada uno. Es comida regular de segadores y gente rústica.
Diccionario de autoridades, RAE
Es la primera definición que incorpora el ajo en su receta. En 1954 propuso J. Corominas en el Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana un origen a partir del portugués caspacho que a su vez derivaría de la voz prerromana caspa, que significaría fragmento en el término derivado con un característico sufijo mozárabe -acho, aludiendo a que se hacía con cachos de pan; el sufijo -acho parece mozárabe y se extiende por la zona de Andalucía. Pero él mismo y J. A. Pascual reconocen en la edición de 1990 del Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico que el origen del término es incierto. Los primeros gazpachos que se conocen llevaban solamente pan, vinagre, aceite y con frecuencia ajo y a veces frutos secos molidos como puede ser la almendra (ajoblanco) en uno de los gazpachos más antiguos que se conocen. Algunas teorías acerca de la etimología presentan otras ideas pero sin ofrecer nunca una explicación de los cambios fonéticos ni semánticos experimentados, por ejemplo: en acadio el verbo kasâpu significa romper en trocitos para ser distribuidos. Solo recientemente se ha ofrecido una explicación convincente del término gazpacho tanto desde el punto de vista fonético como semántico a partir del latín caccabaceus, adjetivo derivado de caccabus ('caldero'), pues originariamente designaba un tipo de pan que se echaba en el caldero, y que debía de ser similar a las tortas de gazpacho de La Mancha. Tertuliano emplea el adjetivo caccabaceus referido al caldero hacia el año 200, y Zenón de Verona en el siglo IV llama así a un pan ácimo.