Formación
Nabucodonosor II ordenó escoger un grupo de jóvenes hebreos para su servicio, debiendo ser educados previamente en las tradiciones de los escribas. Los elegidos fueron Daniel y tres jóvenes de su misma tribu: Ananías, Misael y Azarías quienes fueron confiados al cuidado de Aspenaz, jefe de los eunucos.
Los jóvenes fueron introducidos en la cultura mesopotámica, aprendiendo su lengua, su escritura y su tradición literaria motivo por el cual recibieron nombres en lengua acadia tardía; el texto bíblico los transcribe como Beltsasar o Baltasar (Balâtsu-usur, ' Protege su vida' o bien Bēl-šarra-uṣṣur, 'Bel, protege al rey'), para Daniel, y Sadrac, Mesac y Abednego, para los otros tres jóvenes respectivamente. Fueron alojados en el palacio real, hoy identificado con la zona arqueológica de Kasr, en la margen occidental del Éufrates.
La tradición judía sostiene que estos jóvenes fueron convertidos en eunucos.
Daniel y sus compañeros, no obstante residir en la corte, mantuvieron sus prácticas kosher de alimentación revelándose, siempre según el relato de su libro, que este régimen los hacía más saludables que los demás jóvenes que vivían en el palacio. Después de una formación de tres años, Daniel y sus tres compañeros, fueron presentados ante Nabucodonosor quien, dice el texto: "los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en su reino".
Nabucodonosor II ordenó escoger un grupo de jóvenes hebreos para su servicio, debiendo ser educados previamente en las tradiciones de los escribas. Los elegidos fueron Daniel y tres jóvenes de su misma tribu: Ananías, Misael y Azarías quienes fueron confiados al cuidado de Aspenaz, jefe de los eunucos.
Los jóvenes fueron introducidos en la cultura mesopotámica, aprendiendo su lengua, su escritura y su tradición literaria motivo por el cual recibieron nombres en lengua acadia tardía; el texto bíblico los transcribe como Beltsasar o Baltasar (Balâtsu-usur, ' Protege su vida' o bien Bēl-šarra-uṣṣur, 'Bel, protege al rey'), para Daniel, y Sadrac, Mesac y Abednego, para los otros tres jóvenes respectivamente. Fueron alojados en el palacio real, hoy identificado con la zona arqueológica de Kasr, en la margen occidental del Éufrates.
La tradición judía sostiene que estos jóvenes fueron convertidos en eunucos.
Daniel y sus compañeros, no obstante residir en la corte, mantuvieron sus prácticas kosher de alimentación revelándose, siempre según el relato de su libro, que este régimen los hacía más saludables que los demás jóvenes que vivían en el palacio. Después de una formación de tres años, Daniel y sus tres compañeros, fueron presentados ante Nabucodonosor quien, dice el texto: "los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en su reino".