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Cómo prevenir los trastornos digestivos típicos del verano

Intoxicaciones alimentarias, estreñimiento, digestiones pesadas, gases o acidez, entre los más comunes

En verano, muchos españoles cambian sus hábitos. Llegan las vacaciones, los viajes, las comidas fuera de casa, los tupperware en la playa y, en general, muchos excesos que no se producen en otras épocas del año. La temperatura y la humedad aumentan durante los meses de verano, lo que incentiva que crezcan gérmenes y toxinas en los alimentos. Por eso, hay que extremar las precauciones a la hora de cocinar y conservar la comida, ya que todos estos cambios pueden afectar a nuestra salud digestiva.

Según explican los expertos de www. dosfarma. com, la farmacia online española líder del mercado, las intoxicaciones alimentarias provocadas por patógenos (bacterias, virus...) son los problemas intestinales más comunes durante el verano en España. Especialmente los causados por las bacterias Campylobacter, responsable del 67 % de los casos, la Salmonella (un 27 %), la Escherichia coli (un 3 %) y la Listeria monocyogenes, responsable de aproximadamente un 1 %.

Aunque las intoxicaciones alimentarias son los trastornos digestivos más habituales y peligrosos en verano, no son los únicos. El estreñimiento, los empachos provocados por las comidas copiosas, los gases o la acidez también pueden afectar a la salud digestiva. Por ello, DosFarma ha recopilado las principales enfermedades o molestias que suelen aparecer en verano para saber cómo prevenirlas:

1. Intoxicaciones alimentarias
Las toxiinfecciones alimentarias, o intoxicaciones, son enfermedades que se producen por ingerir un alimento contaminado. La mayoría son enfermedades leves que se curan a los pocos días, con reposo y tomando muchos líquidos. No obstante, sí que llegan a ser peligrosas para personas inmunodeprimidas. Hay muchos gérmenes que las causan, principalmente bacterias. Estas son las que más suelen contaminar la comida durante el verano.

Campylobacter
La enfermedad que produce, la campilobacteriosis, es la principal causa de gastroenteritis en el mundo. Esta bacteria vive en los intestinos de los animales y puede pasar a los humanos. Lo más habitual es que este patógeno se transmita por las heces, que contaminan la carne del animal mientras aún está vivo. Los alimentos en los que crece son, principalmente, carnes: pollo, ternera y cerdo. También puede contaminar otros productos derivados de los animales, como la leche (sin hervir), o incluso el agua. Sus síntomas más frecuentes son diarrea, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza y náuseas y vómitos. Aparecen entre 1 y 10 días después de ingerir la bacteria y duran de 3 a 6 días.

Salmonella
Estas bacterias están presentes en muchos animales y son las causantes de la salmonelosis. Estos patógenos pueden contaminar alimentos de origen animal como los huevos, la mayonesa, la carne de ave o la leche, aunque también puede aparecer en otros productos como hortalizas que se hayan podido contaminar con el estiércol. Además, hay que tener cuidado, porque se puede transmitir entre personas por medio de las heces (por ejemplo, después de ir al baño). La salmonelosis produce fiebre repentina, náuseas, dolor abdominal, diarrea y, a veces, vómitos. La enfermedad dura de 2 a 7 días, y sus síntomas se inician entre 6 y 72 horas después de haber ingerido el patógeno.

Escherichia coli
Esta bacteria, más conocida como E. coli, vive en el intestino de muchos animales, incluidos los humanos. Sin embargo, algunas de sus cepas provocan intoxicaciones alimentarias. Por ejemplo, es una de las principales causas de la llamada «diarrea del viajero», un problema frecuente entre personas que viajan a otros países con unas condiciones higiénico-sanitarias inferiores a las del suyo. Las intoxicaciones por E. coli se producen por alimentos crudos o poco hechos, como la carne picada, la leche y sus derivados, y las hortalizas y semillas germinadas. También pueden deberse a agua contaminada por heces de animales infectados. Una enfermedad causada por esta bacteria provoca calambres abdominales, diarrea, fiebre y vómitos. Los síntomas suelen aparecer 3 o 4 días después de exponerse al patógeno y dura hasta 10 días.

L. monocytogenes
Esta bacteria produce la listeriosis, una enfermedad grave, aunque relativamente poco frecuente. Es especialmente peligrosa en embarazadas y en personas mayores o inmunodeprimidas. Este microorganismo se encuentra en la naturaleza, en el suelo y el agua, o en el tubo digestivo de algunos animales. Por eso, puede pasar a los humanos al consumir hortalizas, carne (o cualquier producto de origen animal) o agua contaminados. En los casos leves, supone diarrea, fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. Pueden aparecer entre 1 y 4 semanas después de comer el alimento contaminado y su duración es muy variable: desde un día hasta más de dos meses.

Staphylococcus
Las enfermedades que generan los estafilococos causan distintos tipos de infecciones en la piel, en las vías urinarias o una intoxicación alimentaria, la opción más probable durante el verano. Esta intoxicación puede aparecer por una escasa higiene con la comida o por dejarla expuesta a la temperatura ambiente. Afecta a productos lácteos y de pastelería, como la leche, la nata o las natillas, a las carnes y a los pescados. Sus síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. En algunos casos más graves, provoca deshidratación y dolor de cabeza. Lo más habitual es que duren unos 2 o 3 días.

Anisakis
El anisakis es un parásito que se encuentra en pescados y cefalópodos (calamares, pulpo, sepia...). En verano, los destinos de playa son los más populares para las vacaciones y se incrementa el consumo de estos alimentos, por lo que hay que extremar las precauciones. Este parásito puede producir anisakiasis, que afecta al aparato digestivo y causa náuseas, vómitos y dolor abdominal unas horas después de comer.

Amanda Dutruc, farmacéutica de DosFarma explica: "Olvidarnos algo fuera de la nevera, con el calor y la humedad de estas fechas, supone un riesgo muy alto de contaminación. Por lo general, las intoxicaciones son enfermedades leves que duran unos pocos días. No obstante, sí que hay infecciones muy graves, sobre todo para personas inmunodeprimidas, niños o ancianos. Por eso, en DosFarma queremos recordar la importancia de proteger los alimentos de las altas temperaturas. Y no hay que olvidar que las vacaciones también pueden pasar factura a nuestro aparato digestivo de una forma menos peligrosa, pero muy molesta, como los gases o la acidez de estómago; siempre hay que comer sin prisas y masticar bien, incluso cuando comemos fuera y con más gente".