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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Del origen al boom...

Del origen al boom

Las diferentes empresas fabricantes de tequila en los valles de Jalisco, como son: Tequila, El Arenal, Magdalena, Amatitlán, y las establecidas en la zona Norte de los Altos de Jalisco, como Atotonilco el Alto y Arandas, han desplegado, desde 1992, numerosas versiones de las expresiones propias de cada localidad del Tequila o Vino Mezcal.

El boom o auge comercial del tequila en tiempos modernos ocurrió a partir de 1992 aunque tuvo cimientos en la larga labor de don Francisco Javier Sauza, empresario de Tequila, Jalisco, que entre 1945 y 1975 promovió su producto por todo el mundo e invirtió una fortuna en series patrocinadas primero en la radio y, después, en la televisión.

«Lo único en lo que Tequila superó a Atotonilco fue en quedarse con el nombre del destilado», declaró don Julio González en 1998, durante una entrevista. Su empresa tuvo una relación importante con el boom del tequila en 1992. La realidad es que a partir de aquel año, el tequila, que ya era un muy buen negocio, se convirtió en una gigantesca fuente de riqueza para los empresarios y para México, al alcanzar, como industria, una contribución de un dígito en el producto nacional bruto (PIB). Entonces se volvió importante, para fines publicitarios y comerciales, retomar los conceptos de calidad, seguridad, tradición y, sin duda, el origen del ahora tan valioso destilado.

«Nadie puede enseñarle a Cuervo a fabricar tequila», se dice en referencia a que hacia finales del siglo XVIII el empresario José Cuervo fue el primero en recibir permiso oficial de las autoridades virreinales para fabricar legalmente el destilado, y su primera fábrica estuvo instalada en la hacienda "La Rogeña" en Teuchitlán, Jalisco, México, para después ser trasladada a lo que ahora es conocido como Tequila, Jalisco, México.

"El tequila de Amatitán es el único y verdadero", dice otra opinión que se refiere a que el destilado elaborado por una fábrica ubicada en San José del Refugio, en Amatitán, Jalisco, goza de la reputación de haber elaborado el producto a partir de mostos de agave sin azúcar de caña (es decir, 100 % de agave) y, además, de que su receta coincide con la mejor documentada a fines del siglo XIX por cuanto a las características del producto original con 46 % de alcohol en volumen. «En Los Altos de Jalisco se preservó la tradición que se perdió en los valles cuando llegó la industrialización», han dicho los fabricantes de esa región jalisciense, sin aclarar que también se industrializó.

El Consejo Regulador del Tequila fue constituido por los empresarios y se convirtió en el árbitro de una relación de negocios en la que, por largo tiempo, los fabricantes no habían podido llegar a acuerdos benéficos para todos.

La participación de grandes consorcios extranjeros fue decisiva. El boom del tequila jamás habría sido posible sin ese apoyo y especialmente el de las distribuidoras mundiales de bebidas. Y así fue como el muy mexicano tequila se volvió internacional y para ello tuvo que aceptar que la publicidad se valiera de su leyenda y, no pocas veces, la manipulara para incrementar las ventas, tal y como ha ocurrido con incontables productos más en el orbe.

Se cuentan las leyendas locales que la primera vez que se destiló fue en la hacienda "La Rogeña" en Teuchitlán, se destiló por vez primera un mosto elaborado a partir de jugos de agave cocido. Creer que ocurrió en alguna localidad de Jalisco es para fines prácticos un acto de fe equiparable con el de creer que la diosa Mayáhuel tuvo algo que ver con ello. Lo único que parece razonablemente cierto, hasta que se demuestre de otra manera, es que los mezcales, destilados de agave, se inventaron en México y que entre ellos se encuentra el tequila.