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Además de cumplir con las recomendaciones de lavado, separación, cocinado y refrigeración, los expertos de TK Home Solutions recuerdan otras reglas importantes:
- No probar la masa cruda de bizcochos o pizas (ojo con los niños) porque tanto las harinas como los huevos crudos pueden contener bacterias dañinas.
- Descongelar en la nevera con tiempo o, si hay prisa, bajo el chorro del agua fría o en el microondas, no a temperatura ambiente, ya que las bacterias se multiplican muy rápido.
- No marinar ni desalar alimentos en la encimera, sino dentro de la nevera y en recipientes tapados.
- No tomar la carne poco hecha, especialmente si se trata de pollo y cerdo, y cocinar las tortillas bien cuajadas.
- Lavar frutas y verduras siempre, aunque vayan a pelarse.
- En lugares en los que no haya garantías, tomar el agua embotellada y cualquier bebida sin cubitos de hielo.
- No fiarse solo del aspecto o el olor para determinar el buen estado de un alimento, hay que mirar las fechas de caducidad, y no probar los productos sospechosos: una pequeña cantidad puede enfermarnos.
- No aprovechar las partes sanas de los alimentos con moho. Algunos tipos de mohos no son dañinos, pero otros sí y, aunque no se aprecie en unas partes, puede estar ya extendido a todas.
- No guardar las sobras cocinadas más 3 de 4 días, y siempre en la nevera.
- La fecha de caducidad debe respetarse y hay que tener en cuenta que, una vez abiertos los envases, deben consumirse en 3 o 4 días.
- Poner la fecha a los alimentos caseros cuando vayamos a congelarlos, siempre en recipientes limpios y cerrados.
- Vigilar especialmente los productos de más riesgo para las personas vulnerables: quesos frescos, zumos sin pasteurizar, productos animales poco hechos...
- No comer todos del mismo recipiente, servirse cada uno en su plato mediante cubiertos que se usen solo para servir.
- Desechar las latas abombadas o dañadas.
- Limpiar la nevera de forma regular y recoger inmediatamente los derrames de sangre y líquidos de los alimentos crudos.
- Si se sale de excursión o se lleva comida a la playa, los recipientes deben estar herméticamente cerrados, con tabletas de hielo o cubitos suficientes para mantener el frío.
- Mantener los alimentos fuera de las mascotas, que pueden ser portadoras de patógenos y parásitos.
- Exigir que en restaurantes, bares, cafés, pastelerías... los alimentos estén protegidos por vitrinas y refrigerados cuando así lo requieran.
Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions ha comentado: “En verano hay que tener mucha precaución con los alimentos, ya que la mayoría de las intoxicaciones se producen por no haber sido todo lo cuidadosos que debíamos en nuestro propio hogar. Hay que prestar especial atención a las personas mayores, que pueden presentar más problemas para detectar un alimento en mal estado porque su olfato y su vista también envejecen con el paso del tiempo. Es importante que tengan su hogar adaptado para acceder fácilmente al baño, sin barreras, y no descuidar la higiene. Desde TK Home Solutions hemos querido elaborar esta pequeña guía para que sepamos tratar los alimentos en casa y podamos disfrutar de un verano sin preocupaciones”.
Además de cumplir con las recomendaciones de lavado, separación, cocinado y refrigeración, los expertos de TK Home Solutions recuerdan otras reglas importantes:
- No probar la masa cruda de bizcochos o pizas (ojo con los niños) porque tanto las harinas como los huevos crudos pueden contener bacterias dañinas.
- Descongelar en la nevera con tiempo o, si hay prisa, bajo el chorro del agua fría o en el microondas, no a temperatura ambiente, ya que las bacterias se multiplican muy rápido.
- No marinar ni desalar alimentos en la encimera, sino dentro de la nevera y en recipientes tapados.
- No tomar la carne poco hecha, especialmente si se trata de pollo y cerdo, y cocinar las tortillas bien cuajadas.
- Lavar frutas y verduras siempre, aunque vayan a pelarse.
- En lugares en los que no haya garantías, tomar el agua embotellada y cualquier bebida sin cubitos de hielo.
- No fiarse solo del aspecto o el olor para determinar el buen estado de un alimento, hay que mirar las fechas de caducidad, y no probar los productos sospechosos: una pequeña cantidad puede enfermarnos.
- No aprovechar las partes sanas de los alimentos con moho. Algunos tipos de mohos no son dañinos, pero otros sí y, aunque no se aprecie en unas partes, puede estar ya extendido a todas.
- No guardar las sobras cocinadas más 3 de 4 días, y siempre en la nevera.
- La fecha de caducidad debe respetarse y hay que tener en cuenta que, una vez abiertos los envases, deben consumirse en 3 o 4 días.
- Poner la fecha a los alimentos caseros cuando vayamos a congelarlos, siempre en recipientes limpios y cerrados.
- Vigilar especialmente los productos de más riesgo para las personas vulnerables: quesos frescos, zumos sin pasteurizar, productos animales poco hechos...
- No comer todos del mismo recipiente, servirse cada uno en su plato mediante cubiertos que se usen solo para servir.
- Desechar las latas abombadas o dañadas.
- Limpiar la nevera de forma regular y recoger inmediatamente los derrames de sangre y líquidos de los alimentos crudos.
- Si se sale de excursión o se lleva comida a la playa, los recipientes deben estar herméticamente cerrados, con tabletas de hielo o cubitos suficientes para mantener el frío.
- Mantener los alimentos fuera de las mascotas, que pueden ser portadoras de patógenos y parásitos.
- Exigir que en restaurantes, bares, cafés, pastelerías... los alimentos estén protegidos por vitrinas y refrigerados cuando así lo requieran.
Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions ha comentado: “En verano hay que tener mucha precaución con los alimentos, ya que la mayoría de las intoxicaciones se producen por no haber sido todo lo cuidadosos que debíamos en nuestro propio hogar. Hay que prestar especial atención a las personas mayores, que pueden presentar más problemas para detectar un alimento en mal estado porque su olfato y su vista también envejecen con el paso del tiempo. Es importante que tengan su hogar adaptado para acceder fácilmente al baño, sin barreras, y no descuidar la higiene. Desde TK Home Solutions hemos querido elaborar esta pequeña guía para que sepamos tratar los alimentos en casa y podamos disfrutar de un verano sin preocupaciones”.