ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Nombre...

Nombre

Según los biógrafos jesuitas Cándido de Dalmases Jordana y Albert Logchamp, su nombre completo fue Íñigo López de Loyola.​ Se le puso el nombre del abad san Íñigo, que se corresponde con el nombre de origen prerromano Enneco.​

En un proceso de 1515 se le llama tanto Íñigo como Eneco.​

En vasco se le ha llamado «Eneko de Loiola».​

En ocasiones el nombre ha aparecido en latín como «Enecus».​

Él solía firmar con la fórmula «De bondad pobre, Ynigo», ya que la «y» y la «n» eran grafías corrientes en lugar de la «i» y la «ñ» hasta el siglo XVII.

La primera vez que aparece nombrado con el nombre en latín Ignatius («Ignacio» en castellano e «Iñaki» en vasco)​ es en 1531 en la lista de alumnos del rector de la Universidad de París.​ Ignatius aparece también en el diploma de maestro en artes liberales expedido por la universidad el 14 de marzo de 1534.​ No explicó las razones del cambio, aunque fue devoto de san Ignacio de Antioquía.​ Según un biógrafo del siglo XVI, Pedro de Ribadeneira, "tomó el nombre de Ignacio por ser más universal" o "más común a las otras naciones".​

En la década de 1540 aún firmaba algunos escritos en castellano con la fórmula «De bondad pobre, Ynigo»​ como la carta que escribió a la monja Teresa Rejadella en 1543​ o el recado a fray Barberá en 1546.