Reproducción
Tras un periodo de gestación de ochenta y cinco a noventa y tres días, las hembras dan a luz una camada de una a cinco crías. Estas nacen ciegas y desvalidas, cubiertas de manchas de color negro uniforme. Abren los ojos a los diez días de nacer y a las cinco semanas ya comienzan a seguir activamente a su madre. Se independizan hacia los diez meses después del nacimiento, aunque no maduran sexualmente hasta los dos años de edad. A partir de entonces, las hembras pueden tener una camada nueva cada año. La esperanza de vida en cautividad es de solo diecisiete años, lo que hace suponer que en libertad viven muy poco tiempo.
Los programas de cría en cautividad han conseguido muy pocos progresos, ya que los machos suelen ser agresivos y atacan (e incluso matan) a las hembras en lugar de aparearse con ellas. Esto dificulta su conservación y reintroducción en estado salvaje.
Tras un periodo de gestación de ochenta y cinco a noventa y tres días, las hembras dan a luz una camada de una a cinco crías. Estas nacen ciegas y desvalidas, cubiertas de manchas de color negro uniforme. Abren los ojos a los diez días de nacer y a las cinco semanas ya comienzan a seguir activamente a su madre. Se independizan hacia los diez meses después del nacimiento, aunque no maduran sexualmente hasta los dos años de edad. A partir de entonces, las hembras pueden tener una camada nueva cada año. La esperanza de vida en cautividad es de solo diecisiete años, lo que hace suponer que en libertad viven muy poco tiempo.
Los programas de cría en cautividad han conseguido muy pocos progresos, ya que los machos suelen ser agresivos y atacan (e incluso matan) a las hembras en lugar de aparearse con ellas. Esto dificulta su conservación y reintroducción en estado salvaje.