¿tienes una cafetería?

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Ninguno de los relatos bíblicos identifica la "alta...

Ninguno de los relatos bíblicos identifica la "alta montaña" de la escena por su nombre. Desde el siglo III, algunos cristianos han identificado al Monte Tabor como el lugar de la transfiguración, incluyendo a Orígenes.​ El Tabor ha sido durante mucho tiempo un lugar de peregrinación cristiano y es el sitio de la Basílica de la Transfiguración. En 1808, Henry Alford expresó sus dudas sobre Tabor debido a la posible utilización continua por parte de los romanos de una fortaleza que Antíoco el Grande construyó en Tabor en 219 a. C.​ En respuesta, se ha sugerido que incluso si Tabor fue fortificado por Antíoco, esto no descarta una transfiguración en la cumbre.​ Josefo menciona que durante la guerra judía se construyó un muro a lo largo del perímetro superior en 40 días y no menciona ninguna estructura previamente existente.​

John Lightfoot sugiere que el Tabor se encuentra demasiado lejos pero que debe ser "alguna montaña cerca de Cesarea de Filipo".​ El candidato habitual, en este caso, es el monte Panium, Paneas o Banias, una pequeña colina en la fuente del Jordán, cerca del pie sobre el cual se construyó Cesarea de Filipo.

William Hendriksen en su comentario sobre Mateo (1973) sugiere al monte Merón.​

Whittaker (1984) propone que era el monte Nebo, principalmente con base en que fue el lugar desde donde Moisés vio la tierra prometida y un paralelismo en las palabras de Jesús al descender del monte de la transfiguración: "Le dirás a este monte (es decir, de la transfiguración), 'Muévete de aquí para allá' (es decir, la tierra prometida), y se moverá, y nada será imposible para ti."

France (1987) señala que el monte Hermón es el más cercano a Cesarea de Filipo, mencionado en el capítulo anterior de Mateo. De manera similar, Meyboom (1861) identificó "Djebel-Ejeik", ​ aunque esto puede deberse a una confusión con Yabal el-Sheij, el nombre árabe de Monte Hermón.

Edward Greswell, sin embargo, escribiendo en 1830, afirmó no encontrar "ninguna buena razón para cuestionar la antigua tradición eclesiástica, que supone que fue en el monte Tabor".​

Una explicación alternativa es entender el Monte de la Transfiguración como una topografía simbólica en los evangelios. Como señala Elizabeth Struthers Malbon, la montaña es de manera figurativa el lugar de encuentro entre Dios y los seres humanos,​ y, por tanto, es el paisaje ideal para que ocurra una epifanía o teofanía.