Factura rebajada un 25%

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Obra...

Obra

La obra de Hipólito es voluminosa y puede compararse en su variedad a la de Orígenes. La misma englobó las esferas de la exégesis, de la homilética, de la apologética y polémica, de la Cronología y del derecho canónico. Sus escritos han llegado hasta nosotros de manera tan fragmentaria que es difícil obtener a partir de ellos una noción exacta y precisa de su importancia intelectual y literaria.

En cuanto a sus trabajos de exégesis, los mejor preservados son el Comentario sobre el profeta Daniel y el Comentario sobre el Cantar de los Cantares. Pese a algunas imprecisiones en tipología,​ su exégesis se distingue por una cierta sobriedad y sentido de proporción.

Es prácticamente imposible evaluar a Hipólito en tanto que predicador por cuanto las Homilías para la celebración de la Epifanía que figuran con su nombre, le han sido erróneamente atribuidas.

Escribió obras polémicas en contra de los paganos, los judíos y los heréticos. La más conocida de estas es la Refutación de todas las herejías, que llegó a ser conocida bajo el inapropiado título de Philosophumena. De los diez libros que la componían, el segundo y el tercero se perdieron, el libro primero fue durante un largo período editado (bajo el título Philosophumena) entre escritos de Orígenes, los libros cuarto hasta el décimo fueron descubiertos por el griego Minoides Mynas, sin el nombre del autor, en un convento en el Monte Athos en Grecia.

En la actualidad se admite universalmente que los Libros I y IV al X pertenecen a la misma obra, pero se duda de la autoría de Hipólito.

La importancia atribuida a la obra ha sido sin embargo bastante exagerada: un examen serio de las fuentes utilizadas para la exposición del gnosticismo demuestra que la información suministrada no es siempre fiable.

En lo que respecta a sus trabajos dogmáticos, aquellos que conciernen a Cristo y al Anticristo nos han llegado de manera completa. Entre otras cosas, incluyen un relato animado de los eventos precedentes el fin del mundo. Fue escrito probablemente en la época de las persecuciones de Septimio Severo (aproximadamente en 202).

La influencia de Hipólito se hizo sentir sobre todo en sus trabajos sobre cronología y derecho canónico.

Su Crónica del mundo, una compilación que abarca el período desde la creación del mundo hasta 234, ha sido una base para muchos otros trabajos de cronología tanto en el Oriente como en Occidente.

En las grandes compilaciones de derecho canónico que tuvieron lugar en el Este a partir del siglo IV, muchos elementos han sido tomados de los escritos de Hipólito. Pero la determinación exacta de cuanto es genuino o reelaborado y/o de lo que le ha sido erróneamente atribuido, está sujeta a controversias.